Jungkook despertó confundido por la suave presión que sentía en la frente, su cabeza dolió al abrir los ojos y se sorprendió al ver el rostro de Taehyung frente al suyo, mirándolo con el ceño fruncido y una mueca en los labios.
—Tienes fiebre —el mayor dijo serio luego de apartar su mano de la piel caliente—. Te dije que debías quitarte la ropa mojada y tomar un baño o ibas a enfermarte.
Taehyung había tocado la puerta de la habitación del menor para poder usar la ducha de su baño, pero este no respondió y después de varios golpes se preocupó. Jungkook siempre despertaba antes que él, pero no había respondido, por eso entró sin su permiso para ver si estaba bien, se dio cuenta que algo le había pasado al ver la forma en que respiraba y el sudor que cubría su rostro.
—¿Qué? —Jungkook dijo mientras se sentaba, carraspeando suavemente porque su voz se escuchó ronca y rasposa, quejándose bajito por el dolor en su garganta.
La noche anterior se había quedado mucho tiempo con la ropa mojada hasta que esta se secó, pero creyó que no era para tanto porque su cabello estaba solo un poco húmedo al irse a la cama, por eso se colocó el pijama y se fue a dormir.
—Estás enfermo, debe ser un resfriado —Taehyung dijo al sentarse en el borde de la cama, suspirando al sacar el celular de sus pantalones para ver la hora y notar que era algo tarde—. No puedes ir a trabajar así, te calentaré el té que hizo mamá y cuando termines puedes seguir durmiendo. De algo sirvieron las mentiras de Yena.
—Espera, hyung —el mayor intentó ponerse de pie y él sostuvo su brazo para detenerlo, Taehyung lo miró con las cejas levantadas y Jungkook carraspeó un poco avergonzado—. Estoy bien, solo es un resfriado. Iré contigo.
—Yo tampoco iré —volvió a sentarse en la cama y empujó a Jungkook por los hombros para que se recostara, sus comisuras se estiraron levemente mientras lo cubría de nuevo con la manta—. No voy a dejarte solo, me quedaré contigo.
—Pero puedo cuidarme, no tienes que quedarte —dijo con el ceño fruncido, sonrojándose porque un fuerte estornudo lo interrumpió. Taehyung levantó una ceja y se estiró hasta la mesa de noche para tomar un pañuelo de papel que Jungkook aceptó apenado—. Me sentiré mal si cierras un día entero solo porque estoy enfermo, no es justo para los demás o para ti.
—Te enfermaste por mi culpa —Taehyung apartó el cabello que se pegaba a su frente con los dedos y Jungkook se encogió avergonzado porque estaba sudado, aunque al mayor no le importó y siguió peinándolo—. Lo menos que puedo hacer es quedarme mientras te recuperas.
—Gracias, hyung —dijo con una bonita sonrisa—. Pero en serio no quiero afectar a Jiyoung o a los clientes, me sentiré muy culpable.
Taehyung apartó su mano de la piel ajena y suspiró mientras lo miraba fijamente, perdiéndose en sus pensamientos un momento.
—¿Al menos puedes llamar a alguien para que se quede contigo? —preguntó con voz suave—. De verdad no quiero que te quedes solo.
El mayor apoyó la mano muy cerca de él y Jungkook se cubrió hasta el cuello con la manta, dejando únicamente el rostro mientras sentía el colchón hundirse.
—Puedo llamar a Jiminie —murmuró con el rostro caliente, aunque no era por la fiebre.
—Hazlo mientras te caliento el té —se apartó para tomar el celular de Jungkook y este al fin pudo respirar con tranquilidad, sacó una mano para tomar el dispositivo y asintió—. Si no puede venir a cuidarte, me quedaré.
—Si, hyung.
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