Siete

169 28 20
                                    

Para Jungkook, las manecillas del reloj se seguían moviendo de una forma tan ruidosa y alarmante aunque el sonido real era imperceptible, imposible de ignorar desde su perspectiva, en un aviso constante y persistente que le recordaba que el tiempo seguía corriendo y que él en comparación se le quedaba lento.

Por alguna razón, siempre que estaba con él, sentía que se quedaba atrás.

Se mordió el labio inferior con bastante insistencia por los minutos en los que se demoró solo pensando y pensando, y Jungkook no pudo evitar distraerse entre ratos al mirar de reojo a su lado izquierdo, con la vista de Taehyung leyendo un pequeño libro que sostenía solo con una de sus manos, robándole el aliento y el poco coraje que había reunido.

Uh.

El simple hecho de ser consciente de que tenía su atención al alcance de una palabra le detenía y al mismo tiempo le ponía cada vez más nervioso, lo tenía impaciente e indeciso de si debería o no interrumpirlo y el pensamiento solo incrementaba al saber que lo que rondaba en su mente era algo así de tonto.

O bueno... Al menos él lo consideraba tonto.

Que ambos siguieran esperando en una banca de la estación de metro volvía todo aún más apresurado y por alguna razón que aún no comprendía, Jungkook tenía el leve presentimiento de que si no lo hacía antes de que se subieran al vagón, entonces quizás perdería la oportunidad y de paso el valor que necesitaba para alimentar su atrevimiento.

Desde que ambos llegaron ahí se había retado a sí mismo a no demorar mucho, pero comenzaba a cuestionarse si realmente sería capaz de hacerlo.

Quizás no.

La cajita que sostenía con sus manos comenzaba a ser demasiado demandante de su atención hasta el punto de casi ser molesta, pero Jungkook se negaba a simplemente dejarla de lado considerando que llevaba todo el día moviéndola de un lado al otro, con extremo cuidado para no arruinar su contenido o la meticulosidad de sus detalles.

Tenía que dársela sí o sí.

El corazón le latió agitado en el pecho solo con el pensamiento de intentar hablar y su boca vaciló en más de una ocasión al intentar emitir algún sonido, sin éxito. El rostro le ardió terriblemente de vergüenza tan solo por anticipar una reacción, y Jungkook se sintió sudar tras una simple mirada, todo volviéndose considerablemente peor ante la simple idea de lo que Taehyung le podría contestar.

Empezaba a arrepentirse.

Y realmente no supo si fue el vagón hacia el destino contrario que llegó como un recordatorio bastante oportuno de que debía apresurarse, o si fue el ruido de los pasajeros que ensordecían un poco sus latidos acusadores, pero fue justo en ese momento, que Jungkook terminó de girarse en su lado de la banca, el simple movimiento haciendo que Taehyung le mirara con un grado reconfortante de tranquilidad, pero también lo suficientemente impasible como para ponerle aún más nervioso.

Si es que eso acaso era posible.

Jungkook abrió la boca y tomó el aire que consideró necesario para hablar, pero nada salió en el primer intento. Alzó el rostro y miró hacia los ojos rasgados de su silencioso acompañante cuando finalmente de decidió, pero se encontró con que este ya estaba mirando fijamente los suyos, volcando toda su atención sobre él.

Debió de suponer que sería así.

El aire se le cortó a media garganta cuando le vio alzarle las cejas y el corazón se le alteró tanto, tanto, tanto, que la emoción en su pecho terminó de manifestarse mediante un mareo absorbente que le hizo parpadear más de la cuenta en busca de al menos un poco de estabilidad que no consiguió.

From Your Point Of View | TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora