[11] Me quedaré aquí...contigo +18

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ANGELIQUE


Quince días.

Dos semanas.

Trescientas sesenta horas.

Ni pensado tenía que podría soportar quedarme encerrada por mucho tiempo, pero aquí estoy, en la misma casa y llevando la misma rutina de todas las veces. Aunque no lo parezca, estoy feliz de estar aquí. Las atenciones de Adrien no tienen precio, es lo mejor que puedo experimentar, creo que esa es la razón del por qué no me he molestado en salir huyendo o de andar por ahí conociendo camas ajenas.

Sexo…vale, he descubierto que no siempre es indispensable cuando tienes amor y detalles que no pides.

Desde esa noche en la que me dijo que al día siguiente tendríamos algo, me había ilusionado con que sí pasaría, pero no se dio. Recuerdo que aquella vez ni siquiera supe de mí porque en la noche ya estaba rendida por andar leyendo y jugando cartas con Adrien, supongo que cansarme con actividades era su plan con maña para que me olvidara de su proposición. No intenté nada en los siguientes días porque era cómodo quedarnos hasta deshoras de la noche viendo películas, esos momentos no los cambiaría por nada.

Adrien se ha convertido en una compañía indispensable de mi día a día. Es como si él supiera qué necesito, y en qué momento lo necesito. Él no se me ha despegado en ningún momento, cada que puede me da regalos…y flores, de hecho casi siempre en las mañanas viene y deja una rosa blanca en mi mesita de noche para que la pueda oler cuando despierte.

Lo que más he destacado es que él me ha dejado leer toda su biblioteca de libros y a veces deja notas lindas en los que lee para que luego me tope con ellos. La mayor parte de esos son libros románticos y de poesía. Además, Adrien cocina para mí, ¿No es tan mono? Parece que soy como una reina sin corona al que él le brinda devoción.

A pesar de estar cómoda aquí, no todo puede ser perfecto, las muecas de desagrado de Marie me han cabreado en más de una ocasión, no entiendo porqué no le agrado. He tratado de hablarle y acercarme para hacer las pases en lo que sea que hay pasado, pero solo me evita y hasta me empuja cuando le paso por un lado—lo cual hace sólo cuando Adrien no está cerca— sin importarle que todavía no estoy recuperada del todo.

Entorno a mis padres…sé que mi padre ya no vive al lado de mi mamá, él se fue sin dejar rastro y ella está cada vez mejor de la golpiza que le pegaron. Lo poco que he sabido es gracias a Adrien, se ha tomado la molestia de preguntar para que yo me quedé más tranquila. No he atrevido a acercarme a mi madre porque estamos mejor separadas, no es buena para mí y yo no lo soy para ella.

—Angelique, Angelique...escucha esto—Adrien llamó por mí, seguramente para hablarme de una página que acababa de leer y no podía guardarse su emoción. Él se inclinó sobre la mesa, estaba frente a mí sin quitar la vista del libro—. Este libro se llama «Pintando estrellas», es muy poético y te deja una gran lección de superación personal.

EL FUTURO QUE NUNCA LLEGÓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora