Sangre x Amor (Libro 1)

10. Sangre por Sangre.

Flavio

¡Malditos Rusos! ¡Maldita Bratva! En estos momentos quiero destrozar algo, quiero romper a alguien.

–Todos muertos Flavio, Federicco y toda su familia, dejaron esto para ti–. Volví a ver a Pietro, tenia su mano extendida dándome un pedazo de papel ensangrentado. Se lo arranque de las manos. Era una nota.

El siguiente, eres tu Capo.

La furia me cegó. Hice puño mi mano con la cual sostenía el papel. Sentí que los músculos se me tensaron, mi mirada dirigiéndose a todo el maldito restaurante que pertenecía a la Camorra.

La mafia rusa, la bratva orquesto un ataque en mi restaurante favorito, el más famoso de Nueva York. Federicco y Donatella, eran viejos amigos de padre, los conocía de toda mi vida. Los rusos los mataron, junto a ellos a sus hijos  y nietos. Y no sólo los mataron, los cortaron en pedazos y sus ojos fueron dejamos en una mesa como "regalo" para mi.

– ¿Cómo responderemos Capo?– preguntó Pietro. Una sonrisa oscura se apoderó de mi, volví a ver a Pietro, su rostro como siempre un muro sin expresiones.

– Los rusos creen que soy como Padre, una gran equivocación,  si quieren guerra, guerra tendrán. Prepara a los capitanes y a los soldados, juntalos en la cueva. Es hora de demostrarla a Mikholav quien es el puto amo de Nueva York– dije. Pietro asintió.

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Carlotta

Suspiré. Josefina conocía hasta el último defecto de mi cuerpo, hoy me había depilado de nuevo, me había bañado, hizo mi cabello y me entregó el vestido que Flavio quería que usará.

Una semana había pasado desde aquella noche, y desde ese día no he dejado de tocarme pensando en él.

Es tan asqueroso que me gusta. Si, estoy volviéndome loca. Estoy teniendo sueños húmedos con el, me toco y cada vez que imagino las manos de Flavio sobre mi, llego al orgasmo demasiado pronto.

– ¡Lista!– dijo Josefina. Me mire asombrada, se que no soy fea, se que mi belleza ha vuelto loco a varios, pero hoy... hoy me veo a mi misma y siento que Josefina se excedió. Me encanta todo lo que hizo.

Mi cabello es lacio y largo, pero Josefina lo arreglo en rulos ondulados que caen suave sobre mis hombros, me hizo una media cola y eso hace que mis ondas luzcan más abultadas. Mis ojos azules resaltan con el maquillaje en todos cafés que realizo, mis labios pintados en un rojo oscuro potente.

El vestido es ... Uhm...

La puerta del baño se abrió. A través del espejo vi a Flavio, nuestras miradas conectaron y mis pezones se endurecieron, no llevaba sosten.

– Afuera– gruño Flavio, Josefina salió disparada del baño, escuche el suave clic de la puerta cuando la cerró.

Trague grueso saliva. Mis ojos recorrieron su cuerpo. Un traje formal de tres piezas color zul negro, sin corbata, su cabello negro impecable, su sutil barba perfectamente hecha, Flavio es guapisimo, si no fuese por su mirada oscura, sus tatuajes escandalosos, el podría ser un modelo. He sentido su cuerpo, es duro como una roca.

Lo vi acercarse a mi, no me moví, mi corazón latía tan rápido que me asustaba, todo mi cuerpo tenso a su cercanía. No despegó sus ojos de mi, su gran mano derecha recorrió mi brazo izquierdo, cerré por un segundo mis ojos, su toque provocaba todo en mi.