Diploide (Volumen 1)

Unidos por un mismo corazón (10)

     Este episodio contiene representaciones de violencia que podrían herir la sensibilidad de algunos lectores.

     Sin perder tiempo, Zeta va tras su nuevo contrincante. Sabe que es totalmente diferente al hombre que acaba de enfrentar, ya que sus movimientos son más calculados. En vez de atacarlo precipitadamente, ha preferido invitarlo a su territorio donde sabe que tendrá ventaja. Aun así, él no es un oponente fácil.

     —¿Crees que alejándome de mi diploide conseguirás algo? —pregunta el corpulento hombre mientras lanza varias estocadas que Izagi esquiva con facilidad.

     —¿Piensas que he planeado traerte aquí para hacer más fácil mi victoria? No seas iluso. Como dije antes, solo busco un duelo donde podamos dar nuestro mayor potencial sin interrupciones.

     —Si deseas una lucha que nos lleve al límite, conmigo te vas a entretener —contesta el diploide rival mientras ataca con más ahínco a su oponente.

     Por su parte, Wallace ve cómo su nuevo enemigo es muy calmado. Tanto que a paso lento viene a su encuentro. El muchacho prepara su defensa, pero este no ataca.

     —¿Cuál es tu nombre, chico? —pregunta su oponente con un tono tranquilo.

     —Vincent. ¿Y el tuyo? —responde Wallace con una mirada desafiante.

     —¿Mi nombre? —pregunta el hombre asombrado.

     —¿No tienes uno? —cuestiona el joven al ver que, a diferencia de su contraparte, este sujeto no se ha autobautizado.

     — No, en absoluto. ¿Acaso tu diploide también lo tiene? —pregunta la contraparte de Zeta con cierto interés.

     — Así es, su nombre es Izagi —responde Wallace con una voz fría y segura.

     Tras pronunciar estas palabras, el enemigo de Vincent clava su mirada en su compañero y en el sujeto llamado Izagi, quienes se enfrentan en un violento choque de espadas en medio de la oscuridad de la noche. Las chispas que saltan de sus armas iluminan la escena, dejando patente la animadversión que se profesan.

     —Ahora entiendo. sus personalidades son diametralmente opuestas

     Vincent no sabe bien porque este sujeto acaba de decir esto. Pero su aliado tiene razón: aquel enemigo aparentemente pasivo no debe subestimarse. Así que, aferrando su espada con fuerza en su mano derecha, Vincent se lanza al ataque con varios tajos que su adversario bloquea con facilidad. Este se ve obligado a retroceder para replantear su estrategia, pues aquel nuevo enemigo es una amenaza real que no puede subestimar.

     La lluvia azota sin piedad a los cuatro hombres que se baten en duelo en medio de la noche oscura. La intensidad de la tormenta se equipará con la ferocidad con la que se atacan entre sí, lanzando golpes y estocadas con la destreza de guerreros experimentados.

     Vincent, el joven diploide, se enfrenta a un enemigo pasivo pero peligroso, capaz de detener todos sus ataques con una habilidad sorprendente. A pesar de ello, el chico no se deja amedrentar y sigue luchando con valentía, su espada afilada brillando bajo los relámpagos que iluminan el cielo.

     Zeta, por su parte, sostiene un feroz enfrentamiento con el misterioso sujeto llamado Izagi. Las chispas que saltan de sus armas son una prueba del odio que sienten el uno por el otro, una animosidad que se ha gestado entre estos dos individuos a medida que avanza la lucha, a pesar de que su rival lleva una espada, Zeta es capaz de infligir heridas graves a su rival con su cuchillo, haciendo que cada choque de armas produzca una lluvia de destellos similares a los relámpagos que surcan el firmamento.

     Por otro lado, Wallace, se enfrenta a un adversario formidable. A pesar de poseer entrenamiento con su espada, su oponente es capaz de detener todos sus ataques con una daga hábilmente manejada. Sin embargo, el joven guerrero no se deja vencer por la frustración y sigue luchando con determinación, aumentando la velocidad y la intensidad de sus cortes y estocadas.

     La lucha es ardua y peligrosa, pero Vincent e Izagi no se dejan vencer por el cansancio ni por el dolor. Cada uno de ellos ha entrenado para enfrentar este tipo de situaciones, y esta batalla no es la excepción. Con cada movimiento, con cada golpe, con cada esquive, ambos diploides demuestran su valentía y habilidad.

     Finalmente, Wallace descubre una pequeña apertura en la defensa de su oponente y no la desaprovecha. Con la precisión de un cirujano, el joven diploide ataca el flanco izquierdo de su enemigo.

     El entrenamiento que la contraparte había llevado a cabo junto a Zeta es esencial. A pesar de no haberse enfrentado a tantos enemigos como su aliado, el solo hecho de ser un diploide le otorga la capacidad de poseer las memorias de las batallas libradas por su "original" antes de adquirir este poder, y lo mejor de todo, las técnicas de combate de éste. Por esta razón, ha intencionalmente descuidado su lado izquierdo y al ver cómo el muchacho ataca esta parte con tanto empeño, descubre que su victoria está sellada.

     Varias gotas de sangre caen al piso mientras Vincent cubre con su mano la herida en su brazo. No puede creer que su enemigo haya descuidado su defensa a propósito, permitiéndole acercarse lo suficiente para asestarle una puñalada dirigida a su pecho. Afortunadamente, ha logrado contenerla con su brazo izquierdo, aunque después del impacto, éste ha quedado inservible. Aun así, gracias a la colisión, ha conseguido algo muy valioso: el cuchillo de su oponente, el cual ahora está incrustado en su extremidad.

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Hello...

Bueno, en este punto de la historia nos adentraremos un poco más en la acción, siguiendo el estilo de esos mangas Shonen que tanto solía leer. Espero que todos puedan disfrutar de las emocionantes peleas que se avecinan. Además, dado que nos acercamos a la recta final del primer capítulo, mi intención es presentar los desafíos que enfrentará tanto nuestro protagonista como su contraparte.

La pregunta que les planteo esta semana es: 

¿Qué opinan de Izagi, la contraparte de Vincent? 

Me interesa conocer sus pensamientos y percepciones sobre este personaje.

Como siempre, agradezco sus lecturas y comentarios. La retroalimentación que proporcionan es sumamente valiosa. Aunque el texto debe sostenerse por sí mismo, un poco de ayuda extra nunca está de más.

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