Diploide (Volumen 1)

La leyenda (4)

Este episodio contiene representaciones de violencia que podrían herir la sensibilidad de algunos lectores.

     Esa noche, los sueños de Vincent están compuestos por una amalgama de recuerdos junto a Katherine, que se entremezclan con la noche de su asesinato y sus días en los suburbios, junto a imágenes de ellos en aquella cabaña recorriendo aquel paradisiaco bosque, observando el atardecer y sumergidos en ese amor que en realidad no llegó a consumarse, debido a los atroces crímenes de Thomas y Banks.

     Al despertar, Vincent escucha el canto de las aves que le dan la bienvenida a un nuevo día. Al pasar su mano sobre su mejilla, siente la humedad provocada por sus lágrimas. Aunque intenta recordar el sueño que provocó esto, éste ahora yace envuelto por la bruma del olvido.

     Después de preparar el desayuno, Vincent se dirige al cuarto de su maestro, pero lo encuentra aún dormido. Cierra la puerta suavemente y sale de la cabaña, donde escucha golpes provenientes de la parte trasera de la casa. Sabe que su compañero de entrenamiento ya ha empezado su práctica, así que sale decidido a unirse a él.

     —Este idiota no piensa entrenarnos nunca. Es mejor continuar por nuestra cuenta -comenta Izagi mientras lanza puñetazos al aire.

     —Tienes que tener fe. Si prometió entrenarnos, lo hará -responde Vincent con calma-. Además, en primer lugar, fue tu idea el venir acá

     —¿Y si continuamos con nuestro combate? -pregunta Izagi, desafiante.

     Vincent sonríe y desenfundando el pequeño cuchillo de zeta habla.

     —¿Crees que tienes alguna oportunidad de vencerme con esa espada? -responde con una mirada desafiante.

     El campo de entrenamiento es un amplio espacio rodeado de árboles frondosos, donde la luz matinal se filtra a través de las hojas y crea manchas luminosas en el suelo lleno de hojas secas. En el centro se encuentra una plataforma de lucha hecha de bloques de hormigón, que encajan como piezas de un rompecabezas.

     Siguiendo la provocación de su rival, Izagi desenvaina su espada y ataca. El choque de ambas armas genera una onda de aire que esparce las hojas secas sobre la plataforma. Vincent se sorprende por la nueva fuerza que ha ganado su compañero, quien, a pesar de tener poca experiencia en combates, ha logrado aumentar su poder de forma exponencial.

     «Realmente es un genio»

     Piensa Wallace mientras sigue defendiéndose de los feroces ataques de su aliado. Pero no es el único sorprendido por este nuevo poder, Izagi tampoco puede creer cómo alguien que detestaba los combates ahora este diseñando un estilo de lucha propio que compite contra el suyo.

     Después de este primer encuentro, ambos jóvenes se distancian para estudiar el siguiente movimiento de su adversario. A pesar de haber luchado en ocasiones anteriores, esta vez hay algo diferente. Ambos están mostrando habilidades únicas y cualquier error podría ser fatal.

     Vincent sostiene su cuchillo sabe que, si logra acortar la distancia con su contraparte, puede obtener la victoria. Sin embargo, la espada de Izagi tiene un mayor alcance y aumenta su poder considerablemente en manos de este. Pero Wallace aparta estos pensamientos de su mente y se lanza contra su oponente, quien le envía varios mandobles que no logran alcanzarlo.

     Los movimientos de su original son excelentes e Izagi tiene problemas para asestar sus golpes. Ahora recibe una lluvia de ataques que apenas puede contener, pero en medio de ellos ve una oportunidad que aprovecha.