Diploide (Volumen 1)

Ilusiones (2)

Este episodio contiene representaciones de violencia que podrían herir la sensibilidad de algunos lectores.    

 Con fastidio, Dorian observa cómo su enemigo derrama lágrimas de dolor y, cuando piensa que las cosas no pueden ir a peor, lo ve postrarse a sus pies y lanzar un grito ensordecedor que resuena por toda la estancia para luego dar paso al sonido de la lluvia que golpea implacable contra el pavimento.

     Sin perder un instante, empuña con determinación su bastón y se dirige a poner fin a la vida de su rival, decidido a cerrar esta sangrienta contienda de una vez por todas.

     —No tengo idea por qué Thomas deposita tanta confianza en ti. Debería haberte eliminado aquella noche en la masacre de la Compu...

     Este no completa la frase, cuando nota algo que le hace sentir escalofríos. dirige su mirada hacia el cuerpo de Vincent y queda atónito al percatarse de que una densa niebla comienza a emerger de su ser, envolviéndolo. Observa incrédulo cómo sus heridas, antes mortales, comienzan a cerrarse y sanar ante sus propios ojos.

     «¡No puedo creerlo! ¿Cuándo aprendió esta técnica? ¿Cómo logró controlar el poder original?»

     Dorian sabe que, si deja que su oponente muestre todo el potencial de esta técnica, su vida estará en peligro, por lo que ataca.

     As ni siquiera logra moverse, cuando su rival aparece a su lado y lanza un tremendo impacto que es bloqueado por su Bastón de acero, claramente se escucha el crujir de los huesos de la mano de Wallace rompiéndose bajo la defensa de esta arma, aunque esta también salta por los aires en mil pedazos. Lejos de detenerse, Vincent lanza una patada que impacta el abdomen de su enemigo, rompiéndole varias costillas y haciendo que este expulse una bocanada de sangre.

     La incontrolable ira del muchacho es palpable para As, quien yace sobre la pila de cadáveres, limpiando la sangre que se ha esparcido en su boca. Sin embargo, su rival no se detiene ante nada, sino que continúa con sus ataques con más ahínco.

     Unos pocos segundos se convierten en la salvación de Dorian, evitando así su muerte inminente. A continuación, una explosión asoma su violento rostro, arrojando escombros y cuerpos en todas las direcciones. Es entonces cuando As descubre lo que está sucediendo.

     —¿Así que estas inconsciente? —susurra, mientras observa a su enemigo extraer su mano destrozada del asfalto, solo para quedar sorprendido al contemplar cómo la carne mutilada comienza a regenerarse ante sus ojos. No obstante, esto no es lo único que atemoriza al diploide; ahora vislumbra un intrincado patrón de código morse que serpentea a través del cuerpo de Wallace, una señal inconfundible de que el poder original y el tribal de sangre han despertado en él.

     A pesar de esta situación, As sonríe.

     —Ahora entiendo por qué Thomas tiene tanto interés en ti. No me importa saber cómo llegaste a este estado, pero tengo malas noticias. También domino el poder original.

     Una oscura mancha se expande por todo el cuerpo de Dorian, como si fuera un código de barras impregnándose en su piel, dejando una marca indeleble, similar a un tatuaje. Un tribal de sangre, emblema del máximo potencial alcanzado por un diploide, se plasma en su cuerpo. La presencia de dos usuarios con la misma habilidad presagia una batalla sin precedentes.

     Dorian puede sentir cómo sus heridas comienzan a sanar lentamente, y aunque su rival está haciendo lo mismo, el poder de regeneración de Wallace no se compara con el suyo. Es una oportunidad que no puede dejar pasar.