En caso de que algo me pase || Hyunlix

XVII

TW: mención a un ataque de ansiedad, si es contenido sensible para ti, favor de parar de leer y después reanudar cuando se vean "***". Procedan con cuidado, lxs tqm <3

Hyunjin

— Buenos días, Hyunnie... —fue lo primero que escuché en cuanto abrí mis ojos— levántate ya, que muero de hambre.

— Yo también amanecí bien, gracias por preguntar, Lix —respondí un poco adormilado aún. Nadie en su sano juicio debería de despertarse antes de las 9 de la mañana por cuenta propia.

— No me puedes decir nada, te dije buenos días —contestó frunciendo sus cejas.

— Se te nota que tienes hambre —contesté riendo— todo lo que tienes de solecito se te va cuando te ruge la tripa.

— ¿Ya vamos a desayunar o no? —resopló.

— No —oí un resoplido de su parte.

— Y yo que te tenía una sorpresa para después del desayuno, pero síguele y ya no te la voy a dar.

— ¿Sorpresa? Me pregunto que puede ser... ¿no me quieres dar una pista?

— No —contestó vacilonamente— eso te pasa por no alimentarme.

Después de quince minutos por fin salimos del cuarto, porque al parecer Felix estaba tan impaciente por ir a desayunar que el muy genio no se había alistado aún, así que terminamos arreglándonos al mismo tiempo.

Como ya se nos hizo costumbre —dentro de los escasos 6 días pasados de estancia— fuimos a la cafetería que está cerca de nuestro hotel y pedimos nuestro desayuno.

Nuestro gran y espectacular desayuno consistía de un café americano para mí, un chocolate caliente para Felix, y dos croissants de chocolate para cada uno, lo sé, un desayuno ejemplar del que mi madre estaría —o muy probablemente no—orgullosa.

— Hoy es nuestro último día antes de partir... —mencioné mientras miraba la fecha de mi celular.

— No me digas eso —dijo Felix lloriqueando— ¿es en serio?

— No, seguro te estoy mintiendo. Si, Lix, en serio... —respondí sarcástico.

— Uy... no toquen al princeso, anda de malas.

— ¿Ahora tú también me vas a llamar princeso? —dije incrédulo.

— Si, a menos que me calles —me miró retador.

— No me pongas a prueba, que tal vez te la cumplo.

Todo de broma, claramente.

— ¿Y qué vamos a hacer hoy? —cambió drásticamente el tema de conversación.

— Estaba pensando en ir al tour que ofrecen en la torre Eiffel, después de todo, no hemos ido.

Y es cierto, literalmente hemos estado los últimos cinco días paseando por toda la ciudad —incluso le cumplí el capricho a Felix de ir a Disneyland de París— pero no nos hemos parado ni cinco minutos cerca de la torre Eiffel, y creo que es un crimen viajar a París y no visitar semejante atracción turística.

— Suena bien.

— Conseguí boletos para las 9:30

— De la mañana o...

— De la noche, Lix.

— ¿Y qué vamos a hacer el resto del día? —preguntó juguetón— no creo que quieras desperdiciar el último día acostado en la cama de hotel.