𝐏𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞𝐬 𝐚𝐝𝐮𝐥𝐭𝐨𝐬 (+𝟏𝟖)
Mientras se sumerge en una aventura con el villano de París, Marinette conocerá a su excéntrico jefe, Gabriel Agreste; un hombre con grandes secretos qué nunca deben salir a la luz.
Hasta darse cuenta de l...
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El sol se filtraba suavemente por la cortina entreabierta, iluminando la habitación con una luz tenue y lúcida, el aire de la mañana esta embriagado con una calma abrumadora.
Gabriel aun con los ojos cerrados, respira pausadamente, sintiendo la calidez del cuerpo junto al suyo, estira uno de sus brazos para rodearla con suavidad, atrayéndola aún más cerca, sus dedos trazan suavemente círculos en su espalda disfrutando de la sensación de su piel bajo sus yemas.
Sus labios se posan en sus hombros, dibujando un camino de caricias invisibles, ella sintiendo la suavidad de su aliento en su piel, se acerca aún más.
-Buenos días, supongo. –Comenta Marinette en un tono adormilada, parpadeando para ajustar sus ojos a la luz.
-Buenos días –Por otro lado su voz es ronca y grave–, mentiría si no dijera que mi intención fue despertarte.
El contacto de sus labios en la delicada piel del cuello de la joven provoca un estremecimiento que recorre su cuerpo, es un beso suave pero lleno de intención, un roce que despierta una oleada de sensaciones y emociones en ambos.
Gabriel con movimientos precisos y delicados, deja un rastro de besos en el cuello de Marinette, explorando cada centímetro de esa zona tan íntima, sus labios se deslizan con suavidad, dejando una estela de calor y deseo a su paso.
Marinette completamente envuelta en la sensación, cierra los ojos y suspira suavemente, puede sentir cómo su cuerpo responde a cada caricia de los labios del hombre, mientras su piel se eriza y una mezcla de excitación y ansia se apodera de ella.
Inclina la cabeza ligeramente hacia un lado, ofreciendo su cuello como un gesto de entrega, siente su piel arder bajo el calor de sus labios y su aliento acariciando suavemente su piel; cada beso en su cuello despierta sus sentidos y la sumerge en un mar de sensaciones embriagadoras.
-Toda la noche y no me he cansado de ti –Su mirada intensa y el tono de su voz revelan la sinceridad de sus palabras–, me pregunto si en algún momento tendré suficiente de ti.
Él deslizó una mano hacia arriba, acariciando suavemente el contorno de su pecho, sus dedos se movían con una gracia casi imperceptible, explorando la suavidad y la curvatura de su seno, la palma de su mano se adaptó perfectamente a su forma, sintiendo la calidez de su piel bajo sus dedos.
Ella dejó escapar un suspiro suave, una mezcla de anticipación y placer, mientras sus sentidos se agudizaban con cada caricia, la sensación de su piel bajo sus dedos era como la seda más fina, suave y tersa al tacto.
-¿No puedes esperar? –La respiración de Marinette se aceleró ligeramente, y sus ojos se encontraron en un gesto íntimo y cómplice–, ¿Impaciente Sr. Agreste?
-Totalmente impaciente por ti –Cada roce enviaba una suave corriente eléctrica a través de su cuerpo, despertando su sensibilidad y deseo–, necesito estar dentro tuyo, ¿Me permitirías?
