Tentación ‖Gabrinette‖

Veinticuatro.

La madrugada ha sido un completo caos en la ciudad, si bien no había heridos, las consecuencias de las acciones de Felix era gigantescas; muchos sufren de ataques de pánico, ansiedad y estrés postraumático, reviviendo una y otra vez los momentos de terror que presenciaron.

Los ciudadanos se aferran a sus seres queridos, buscando el consuelo y la seguridad de sus hogares. Las autoridades implementan medidas de seguridad adicionales para tranquilizar a la población y restaurar un sentido de normalidad en la ciudad.

Los medios de comunicación informan constantemente sobre el incidente, tratando de arrojar información sobre lo sucedido y brindar apoyo a aquellos que lo necesitan, también se han desplegado grupos de apoyo y servicios de asesoramiento para ayudar a las personas a sobrellevar el trauma emocional.

Bomberos y personal de protección civil trabajan en el salón, lugar donde sucedió la mayor parte de la destrucción, siendo solo daños materiales y sin ninguna pérdida humana. Únicamente se dedican a retirar escombros y evaluar la estructura del edificio. 

Todo parece avanzar conforme la horas van pasando.

Ladybug se encuentra en la sala de espera del hospital, rodeada por el aroma a desinfectante y el zumbido constante de las máquinas médicas, sentada en una silla mientras aguarda con impaciencia, su mirada perdida en el suelo mientras sus pensamientos dan vueltas en torno al estado de Gabriel; su nerviosismo es visible, sus manos temblorosas buscan algo en qué ocuparse. 

El tic-tac del reloj en la pared parece resonar más fuerte que nunca, marcando el paso del tiempo de manera implacable, los minutos que pasan se sienten como una eternidad, y los héroes se encuentra atrapados en una agonizante espera. 

-Luces preocupada –Chat Noir a su lado comenta–, demasiado preocupada. 

-Salió herido mientras estaba a cargo, es mi responsabilidad y mi culpa. –Responde con pesadez.  

-Lamento tanto no haber estado ahí, tendría que haberte ayudado, debí detener a Felix cuando pude pero fui un idiota. –Chat Noir luce tan preocupado.

-Sé que es un poco tonta mi pregunta, ¿Dónde estabas? 

-Felix me engaño y fui atrapado, volví aparecer cuando el resto también lo hizo, corrí tan pronto como pude al lugar, pero todo había terminado y yo no hice absolutamente nada. –Su semblante refleja una mezcla de preocupación y angustia. 

-Argos fue demasiado fuerte, no importa cuanto atacaba o Intentaba, para él éramos un juego, era completamente superior en todos los sentidos, nunca me sentí tan derrotada en mi vida. –Su ojos cargados de terror revelan el peso de lo ocurrido. 

-¿Argos? Que nombre… –Escupe–. Si era tan invencible como dices, ¿Cómo es que lo derrotaste?

-No lo hice, estaba tan segura de que iba a matarnos, cuando de pronto se fue, no sabía lo que pasaría y de pronto todos aparecieron y entonces Gabriel estaba en mis brazos sangrando… –A su lado, Chat Noir percibe el pánico en sus palabras y le brinda un gesto de consuelo, colocando su mano sobre la suya con suavidad.