Quince.

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Marinette arpadea varias veces, permitiendo que sus ojos se adapten a la clarida, cuando la neblina del sueño desaparece, se da cuenta de que está sola en la inmensa cama, las sábanas cubre su cuerpo de manera desordenada

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Marinette arpadea varias veces, permitiendo que sus ojos se adapten a la clarida, cuando la neblina del sueño desaparece, se da cuenta de que está sola en la inmensa cama, las sábanas cubre su cuerpo de manera desordenada. 

Ella se sienta en la cama, sintiendo la frescura de las sábanas, se estira con cuidado, sintiendo cada músculo y fibra de su cuerpo protestar por el esfuerzo de la noche anterior. Su mirada recorre la habitación, en busca de Gabriel, de quien no hay un solo rastro, la brisa suave acaricia su piel, y siente cómo el nudo de preocupación en su estómago se intensifica. 

-¿Gabriel? –Llama en voz alta, esperando algún ruido del hombre pero no hay un solo ruido, diciéndole que se encuentra sola.

Marinette empieza a preguntarse la ubicación de su jefe, él no acostumbra a desaparecer de ese modo, apenas lleva 5 días despertando con él pero para la joven es suficiente. 

Decide levantarse y vestirse, su ropa de la noche anterior está esparcida por el suelo, se inclina para recogerla, la tela sedosa y fresca de su camisón de dormir se desliza por su piel mientras se la coloca, después se toma un momento para arreglar su cabello, pasando sus dedos entre los mechones, intentando devolverle un poco de orden.

Cuando se siente satisfecha con su apariencia, se dirige hacia la puerta de la habitación, sus ojos recorren la habitación mientras avanza, buscando cualquier pista que le indique dónde podría estar Gabriel, al llegar a la puerta, se detiene un momento, preguntándose si estará bien que se vaya, pero no puede quedarse ahí esperando por siempre, gira la perilla y se aventura en el pasillo. 

Marinette se apresura hacia el ascensor, aprieta el botón del ascensor con ansias y cuando finalmente las puertas se abren, entra apresuradamente y aprieta el botón de su piso con impaciencia. El viaje en el ascensor le parece eterno. 

Al llegar finalmente a su piso, se abraza a si misma, el aire congela su piel expuesta, debe correr con todas sus fuerzas parar llegar a su habitación, lleva una piyama corta eso ya es lo suficientemente vergonzoso para ella. 

Son escasos los pasos que da fuera, porque se detiene abruptamente al encontrarse Gabriel, él va en dirección al ascensor junto con Nicolas y otro hombre el cual no reconoce, vestido de un elegante traje negro,parece incluso mayor que Gabriel; los tres hombres quienes se quedan quietos con la presencia de la mujer. 

La sorpresa y el impacto la congelan en su lugar, sus ojos escanean uno a uno de los hombres, hasta detenerse en Nicolas, tiene un par de golpes en la mejilla, un pómulo inflamado y un moretón en la parte del labio, producto de la pelea de anoche. 

Gabriel carraspea, más fuerte de lo normal, claramente llamando la atención de Marinette, quien recuerda que está en pijama frente a ellos, ella reacciona avergonzada y vuelve a su tarea principal, llegar a su habitación. 

Camina rápidamente por el pasillo, con cada paso sintiéndose más expuesta en su ropa ligera, en el momento en que llega a la puerta de su habitación y, sin mirar atrás, entra en su refugio, cerrando la puerta tras de sí, el alivio la inunda, pero al mismo tiempo, la confusión de entender lo que ha sucedido. 

Tentación 	‖Gabrinette‖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora