Tentación ‖Gabrinette‖

Once.

Le cuesta demasiado prestar atención a las personas que se han acercado a saludarlo, ni siquiera sabe de qué están hablando, entretiempos asiente con la cabeza, sonríe o un simple "si" para fingir que está prestando en la conversación. 

Su atención está completamente absorbida por la joven a varios metros alejada de él; se había ido con Nicolas a conocer a sus nuevos amigos, él se quedó solo, como si fuera una invitación para que el resto del mundo le hablara. 

Su rostro irradia alegría mientras sonríe y participa activamente en la conversación, sus ojos brillan con emoción y sus gestos son expresivos, moviendo sus manos para enfatizar sus palabras, su sonrisa es contagiosa, y aunque él está lejos, siente como si pudiera percibir su calidez y genuinidad desde donde está.

Lleva un vestido que cae hasta la altura de la rodilla, realzando sus piernas y figura, la falda es ligeramente acampanada, el escote en corte V, color blanco crema, detalles delicados como encajes, transparencias sutiles o bordados. 

Un par de tacones altos en tono nude, su cabello recogido elegante con unas ondas suaves y naturales, maquillaje sutil, sombras en tonos neutros y un delineado para destacar sus ojos, junto con unos labios rosados y bien hidratados. Y un pequeño bolso de mano plateado. 

El segundo día de la moda ha llegado a su fin, muchos se preparan para retirarse, la gran mayoría listos para asistir a alguna de las muchas fiestas qué habrá para celebrar el éxito posterior, él no es uno de ellos.

-Disculpen. –Amablemente de disculpa con las personas que fingía escuchar, no espera alguna reacción por parte de ella ya que rápidamente se escabulle lejos de su presencia. 

Alcanza una posición lejana pero el grupo donde está Marinette aún es visible, obtiene su celular buscando con rapidez el número de la joven; no pierde detalle alguno del momento en que la chica comienza a buscar su celular en aquel pequeño bolso, le sorprende cuando contesta con ellos justo al lado. 

-Dijiste que solo nos llamáramos para emergencias. –Marinette sutilmente lo busca alrededor. 

-Ya me quiero ir, ¿Cuánto tardará tu cita de juegos? –Entrecierra los ojos, aún hay demasiada gente para que lo encuentre. 

-Eh –Discretamente toma su distancia de ellos, evitando que escuchen–, asistirán a una de las fiestas. –Eso borra la sonrisa de su rostro. 

-¿Iras? –Pregunta en un susurro. 

-No, pero trato de socializar un poco –Susurra avergonzada–, ¿Conoces esa actividad? 

-Discrepo. –Marinette continúa su intensa búsqueda. 

-¿Por qué no te adelantas? Te alcanzo en un segundo. 

-De acuerdo, buscame en el estacionamiento. –Indica. 

-Sí señor. –Le da un último vistazo a Marinette mientras comienza a retirarse hacia la puerta que conduce hacia el estacionamiento. 

Normalmente las personas esperan a que su auto los recoja afuera del lugar a plena vista de todos; está gente es demasiado refinada para tocar un vacío y sucio estacionamiento, por lo que discretamente puede ir directamente ahí y retirarse con cierta joven.