Prólogo.

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Sus manos se encuentran prisioneras, sujetados por las muñecas apretadas con una gran fuerza, cada vez que intenta separar ambas extremidades terminan golpeándose contra la fría tabla roca

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Sus manos se encuentran prisioneras, sujetados por las muñecas apretadas con una gran fuerza, cada vez que intenta separar ambas extremidades terminan golpeándose contra la fría tabla roca.

La chica bufa molesta, su boca se encrespa mientras las líneas de la frente se marcan con suma profundidad; esta acción provoca una risa en el hombre de ojos azul grisáceo; es lo único que sabe del villano que ha aterrorizado por un tiempo la ciudad.

-¿Qué te sucede Ladybug? –Usa un tono burlesco–, no pareces muy feliz. –El aliento caliente golpea la mayor parte de su rostro, lo que no está cubierto por el antifaz.

-Solo estás jugando. –Escupe.

-¿Los chicos de ahora no les gusta la diversión? –Una risa malvada y profunda abandona su boca–, si tanto Insistes… solo tienes que pedirlo.

-Bésame.

-¿Era tan difícil? –Antes de que las burlas del hombre cansen a la heroína, le da exactamente lo que quiere.

Sus labios se encuentran con los de ella, apoyando su peso en contra de la descuidada y gélida pared la cual cruje al sentir la carga extra; deslizando la lengua entre su boca, humedeciendo los labios, chocando sus dientes entre sí. Siente la piel erizarse pese al traje que la cubre en su totalidad. 

Las manos de la chica son liberadas, están inmediatamente encuentran su lugar en la parte más cercana que tiene de su compañero, los hombros, mientras las manos masculinas van a otra parte más abajo.

La sangre le hierve cuando siente sus manos enguantadas clavarse en la parte interna de sus muslos, está completamente segura de que si estuviera expuesta tendría los dedos completamente marcados en su piel.

Aferrándose al otro como si su vida dependiera de ello, sus bocas en una gran guerra por el control; hábilmente la chica mueve las palmas para colocarse en la parte trasera del cuello. Asi tiene el mismo control que él ejerce sobre ella. 

Siente a su acompañante presionar más contra su parte, él por su lado de dedica totalmente en estimular su boca. A diferencia de ella disfruta tanto del juego previo.

Un muy débil y apenas perceptible gemido emerge de la boca de ella, irrumpiendo el silencio de la sombría noche; es tanto el roce de los cuerpos que comienza agitarse.

-Estas siendo demasiado lento. –La queja no es bien recibida por el hombre que aparta su boca con una gran sonrisa maligna mientras absorbe el aire posible.

-¿Por qué tanta prisa mi pequeño insecto? –Rueda los ojos molesta–, apenas estas calentando.

-Es tarde y unos tenemos vidas –Ríe mientras su boca aterriza a un costado de sus labios–, vidas normales. –Oh si ella supiera.

-Dime… ¿Piensas que no tengo una vida normal? –Susurra en su oído, seguido introduce su lengua ahí.

Es como si le hicieran cosquillas, unas muy excitantes cosquillas –Pasas tu tiempo akumatizando personas asi que diría que no.

-Ahora paso mi tiempo de diferentes maneras. –Siente los dedos clavarse en su nuca. Le hace preguntarse que como se sentirán sus uñas rasgándole la piel, no se opondría a ello.

Un destello de superioridad lo llena cuando suelta las piernas de la chica y estas siguen bien puestas en su cadera, sus palmas suben tan lentamente hasta su cintura, piensa que si sus manos fueran más grandes podría rodearla por completo. 

Masajea esa parte en particular pero con enorme decepción, le es imposible sentir la piel de su acompañante, debido a los guantes. Él no quería sentir el material enguantado, sino su piel; ¿Por qué eligió eso? Nooroo le especifico que el traje dependía de él mismo, ¿Qué carajos le pasaba cuando lo escogió?

En esta parte solía preguntarse como seria, ¿Suave? ¿Tersa? ¿Fina?  Podía cambiarlo, si dependía de él podía hacerlo en cualquier momento sin embargo, ¿Tan desesperado estaba por su enemiga para cambiar su traje? Él mismo puso esa línea para demostrarse que pasara lo que pasara, podía dejar esto en cualquier momento.

Lo ven como algo meramente carnal, la sensación de lo incorrecto sumando a que eran enemigos los hacía sentirse tan complacidos; intimar de más con el contacto, charlas o detalles podría pudrirlos en un agobio de sentimientos que ninguno necesitaba.

-De verdad no tengo toda la noche. –Le gusta el tono molesto que suele usar, una rara mezcla entre molestia y fogosidad.

-¿Cómo pedimos las cosas amablemente Ladybug? –Toda la pasión que tiene por dentro se transforma en furia, ¿Por qué los hombres a su alrededor se sienten tan bromistas?–, ya te dije, solo tienes que pedirlo.

Bien, recordar a Chat Noir cuando estaba con Hawk Moth tal vez era de sus peores ideas.

-Espero que tu mano te satisfaga más porque me iré. –Ciertamente la heroína de París tenía su carácter, como lo encendía verla asi, la mayoría de las veces lo hacía a propósito, todo para obtener su pequeño deleite secreto.

-Admiro tu iniciativa –La risa del hombre llena sus oídos–, ¿Tan desesperada estas por mí? –Hábilmente evita cualquier respuesta de su parte con un movimiento ligeramente brusco.

Agradece internamente cuando la aparta de la incómoda y rígida pared, ha olvidado como terminaron ahí en primer lugar; es en menos de un segundo cuando siente la comodidad de la cama junto con un rechinido de esta.

Sus manos son nuevamente inmovilizadas contra la suave superficie e inmediatamente el cuerpo del hombre se avanza sobre el suyo; se ha percatado que hace eso con frecuencia, piensa que le gusta la sensación porque eso le da total control sobre ella.

Por su parte el singular villano por encima, se detiene a observarla, lo que más le llamaban la atención eran sus ojos ¿Eran asi de azules en verdad? Sabe que los miraculous pueden cambiar apariencia física como color de ojos, cabello, labios u altura.

-Empiezo a creer que disfrutas alargando esto. –Le es difícil identificar si es un reclamo o juego.

-Valoro nuestro tiempo juntos Ladybug. –Acerca sus labios a besar su mandíbula, la mayor parte del cuello está cubierta por el traje por lo que apenas toca piel en esa parte.

-¿Eso es una especie de cumplido? –Lanza un largo suspiro.

Él por su parte no responde, demasiado concentrado en su tarea, asi que cierra sus ojos permitiendo disfrutar de los húmedos y excitantes besos dados por el hombre; son pocos ya que la mayor parte de su cuerpo está cubierto por el traje y en su rostro por al antifaz.

-¿Qué de satisfactorio seria hacerlo tan rápido? ―Libera una de sus manos buscando en uno de sus bolsillos, obteniendo un preservativo de ahí–, pero ya que insistes te daré lo que tanto quieres.

Y un jadeo abandona su boca.

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¡Bienvenidos a este nuevo proyecto!

Es algo bastante nuevo en cuanto a narración y manejo de los personajes.

Las advertencias están puestas y si deseas darle una oportunidad, bienvenido y espero les agrade la historia.

¡Gracias por estar aquí otra vez!

Está historia llevara el emparejamiento Gabrinette, (Gabriel y Marinette) si incomoda o es indeseable por favor dar marcha atrás.

Tentación 	‖Gabrinette‖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora