[ 32 ]

283 84 7
                                        

JUNGKOOK

Me muero por llegar al trabajo. Me muero por ver a Seokjin. Me muero por preguntarle cómo fue su cita.

Pero no lo hago. No puedo.

No es asunto mío. El hecho de que no lo viera ayer ni hablara con él probablemente significa que se lo pasó bien en su cita.

Ay, Dios. ¿Ya están enamorados?

¿Y si se muda allí?

Mierda. Mierda. Mierda.

—¿Qué estás haciendo?—Me giro para mirar a Seokjin, que está saliendo de su coche y me mira fijamente mientras yo permanezco en la parte trasera de la camioneta como un idiota. Inmóvil y totalmente congelado, pensando en su cita.

—Nada. Preparándome para empezar el turno.

Pero sigo sin moverme. Me limito a observarlo mientras se acerca con su camisa de trabajo y sus vaqueros sucios. Tiene muy buen aspecto. Como siempre. Sexy como la mierda, con el pelo aún húmedo de la ducha. ¿Salió de casa de Ryan esta mañana? ¿Se duchó allí y luego condujo hasta aquí?

¿Estuvieron follando toda la noche?

Parece un poco cansado.

Mierda.

—Jungkook—. Lo miro fijamente otra vez.

—¿Sí?

—Vámonos. Tenemos como cinco casas hoy. 

Está revisando el horario, de pie en el lado del pasajero de la camioneta de trabajo y parece molesto. Probablemente porque tuvo que dejar la cama de Ryan esta mañana.

Subo y arranco el vehículo, pero siento todo el cuerpo entumecido. No puedo dejar de pensar en su cita. Quiero preguntárselo. Quiero preguntarle cada detalle, pero creo que saberlo podría matarme, así que simplemente empiezo a conducir hacia la primera casa.

Trabajamos en silencio la mayor parte del día. Me pilla mirando demasiadas veces y, de nuevo, parece molesto. Realmente molesto conmigo.

Probablemente porque ahora pertenece a Ryan.

Finalmente, cuando volvemos a la oficina central, cansados y sucios, aparco. Pero no aguanto más y le pregunto: —¿Qué tal tu cita?

No se mueve de su asiento, gira la cabeza para mirarme, y se me hunde el corazón. Parece disgustado. Como si no quisiera decirme lo bien que ha ido. Como si no quisiera decepcionarme.

Quiero decirle que no importa. Que no quiero saberlo, pero él habla antes de que yo pueda. 

—Estuvo bien. No es lo que esperaba.

¿Eso es bueno o malo?

—Oh.

Me mira fijamente. No creo que le guste mi breve respuesta, pero ¿qué demonios se supone que debo decir? ¿Qué siento como si mi corazón fuera a explotar o a partirse por la mitad? ¿Qué quiero vomitar ahora mismo? Que sé que debería estar feliz por él, pero no lo estoy.

Me siento miserable.

Carajo.

—¿Oh?—Doble mierda. Está enojado. —¿Eso es todo? ¿Eso es todo lo que vas a decir?

—¿Qué quieres que diga, Seokjin?—Dios, daría lo que fuera porque me diera la respuesta. Que me dijera qué decir. Que me dijera qué hacer, porque no tengo ni idea. 

—Nada. No quiero que digas nada que no quieras decir.

¿Qué mierda significa eso? Estoy metiendo la pata. Eso está claro, pero no tengo ni idea de cómo.

Sale de la camioneta y cierra la puerta, y yo me apresuro a salir por mi lado, alcanzándolo antes de que entre en la oficina para irse por hoy. —Espera.

Se detiene y se gira hacia mí. —¿De verdad eres tan tonto?

—Duh, —digo porque él sabe esto de mí. —Soy simple y quizá un poco tonto, y necesito que me lo expliques porque no sé qué me pasa. ¿Estás enfadado conmigo?

—No eres tonto—. Sus hombros se encorvan. —Es que...—Se pasa los dedos por el pelo y parece estresado. —Estoy cansado y quiero ir a casa a darme una ducha.

Quiero ofrecerme a ducharme con él, pero probablemente no sea apropiado. Demonios, tal vez ducharse sea el código para conducir tres horas para quedar con su universitario y tener sexo toda la noche.

Un dolor agudo vuelve a atravesarme el pecho y empiezo a odiar esa sensación. ¿Qué demonios me pasa?

Soy el rey de lo fácil y sencillo. Eso es lo que se suponía que iba a ser. Sin ataduras. Sin complicaciones. Nadie sale herido.

Y es cualquier cosa menos eso.

—Okey. Te veo mañana.

No dice nada más mientras se aleja de mí, y esa sensación de entumecimiento vuelve a invadirme.

Creo que esto puede ser lo más difícil y complicado que he hecho nunca.

Y, sin duda, ahora me duele.

*/ Ay Jungkook! eres bastante lento🤦🏼‍♀️, pero bastante rápido para pensar pendejadas 😂, bueno hoy tenemos maratón*/

Mi Amante, Mi Defensor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora