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SEOKJIN

¿Por qué estoy aquí? Lo juro, tengo que aprender a decir que no. Bueno, di no y apégate a ello. Siempre digo que no, pero Jungkook es un pesado.

Toda la semana ha estado hablando de la fiesta que Jameson y Garrison van a dar esta noche y de cómo tengo que ir.

Y aquí estoy. Otro viernes por la noche con Jeon Jungkook.

Atravieso la puerta de madera que da al patio trasero y ya oigo la música. Esta noche hace frío, así que llevo una sudadera con capucha y unos vaqueros mientras me acerco a la nueva hoguera. Y bien, tengo que admitirlo, está bastante genial. Garrison y Jungkook hicieron un buen trabajo.

Un camino de grava conduce hasta un círculo de grava que está alisado. Esa grava está delimitada por rocas más grandes, y en el centro hay una hoguera de aspecto rústico con sillas de madera alrededor.

De algún modo, han conseguido recrear el antiguo lugar de fiesta de los Jeon en el patio trasero de Jameson y Dixon. Es bonito, pero no digo nada al respecto mientras me saludan Garrison, Jam y Jungkook. Jungkook, sin embargo, no aguanta mucho. —¿Y bien?

—¿Y bien qué?—pregunto, acomodándome en una de las sillas.

—Oh, vamos. Esto es una pasada—, dice exasperado, y Garrison y Jameson se ríen.

—Es muy bonito, Jungkook—, le sigo la corriente.

—¿Muy bonito?—Parece horrorizado, y no puedo contener la sonrisa que lucha por aparecer en mi cara en este momento. —No. No es bonito, Jin. Es genial. Glorioso. Podría ser una maldita foto en Pinterest porque, afrontémoslo, es incluso mejor que la que usé para crearla.

Jameson, Garrison y yo nos estamos partiendo de risa. Cuando por fin controlo mi hilaridad, resoplo: —Bien. Es una pasada.

Se acomoda en su silla y asiente con firmeza. —Claro que sí.

—Eres jodidamente ridículo—, se ríe Jameson y se levanta para saludar a más invitados. Reconozco a algunos chicos del trabajo, así como a un par de personas del instituto, que deben de haber hecho el viaje porque lo último que supe es que seguían viviendo en Kensley.

Garrison hace una parrillada y cenamos antes de que suba la música y saquen el barril. Decido tomarme una cerveza, ya que no lo hice la otra noche cuando estuvimos en Kensley, y ha sido una semana muy larga.

Mi cuerpo está agotado por la semana de trabajo, limpiando parterres y preparándolos para las heladas que se avecinan. Decido servirme otra cerveza cuando Jungkook sienta el culo a mi lado, con una botella de whisky en la mano.

—¿Quieres algo más fuerte?

—No, gracias—, digo, dando un sorbo a mi cerveza.

—Bueno, al menos te tomas una cerveza—, dice como si fuera increíble.

—Sí, porque es tan importante.

—Lo es. —Parece tan serio que casi me rio. —Trabajamos duro, así que deberíamos divertirnos duro también. Esas son las reglas.

Doy otro sorbo a mi cerveza, sin recordarle que técnicamente aún somos menores de edad y que probablemente deberíamos tomar refrescos en vez de cerveza. Carajo, el país dice que somos adultos y, sin embargo, no podemos tomar la decisión de emborracharnos o no. Me parece una locura.

Y Dios mío, sueno como Jungkook.

Esto no es bueno.

Coloco mi taza en el portavasos de la silla. —Pasamos demasiado tiempo juntos. 

Mi Amante, Mi Defensor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora