Capítulo 22 - Hale

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Debo de ir a mi casa a investigar el apellido Hale, se acabó ya el quedarme siempre con la duda.

Llego a mi casa y la veo llena de cintas de la policía, esta no es la casa de siempre...

Cojo algo de aire debido a la buena caminata que me he dado por el bosque y me cuelo por la ventana de mi habitación.

Salgo al pasillo y bajo las escaleras hasta llegar a la cocina, no queda nada de sangre, lo han limpiado todo.

Aún así se me encoje el corazón al recordar esa horrible escena.

Elena: ¿Y ahora por dónde empiezo yo a buscar?

Recibo una llamada de Alice, será mejor que lo coja, si no me mata.

Elena: ¿Sí?

Alice: ¿Dónde estás?

Elena: investigando una cosa en mi casa.

Alice: pero no puedes entrar, es propiedad de la policía

Elena: lo siento, pero mi casa es mía... Luego te llamo.

Cuelgo el móvil y lo silencio, no me apetece que me llame nadie.

Empiezo a andar por el solitario y oscuro pasillo de la casa, pasando la mano por las paredes recordado cada recuerdo.

Sigo andando hasta que una tabla de madera cruje debajo de mí, haciendo que me pare.

La vuelvo a pisar y vuelve a crujir, cómo si algo ocultase.

Traqueo la tabla y suena a hueco, tiene que haber algo debajo.

Intento sacar mis garras para poder romperla, pero no consigo transformarme, he terminado muy cansada de la pelea con Jasper.

Se me ocurre la idea de coger un jarrón y tirarlo encima de la tabla, haciendo que ambos se rompan en pedazos.

Elena: a veces hay que utilizar algo de inteligencia humana.

Quito los restos de madera, viendo una puertecilla en el suelo.

Decido abrirla y me encuentro con unas escaleras bastantes oscuras que llevan hacia un sótano.

17 años viviendo en esta casa y sin saber que esto estaba.

Decido bajar con cuidado de no tropezarme y al llegar abajo enciendo la luz, revelando un sótano oculto.

Hay algunas cajas de cartón, triskeles, libros, plantas curativas, bestiarios...

Mis padres me han ocultado un gran secreto desde hace muchos años.

Lo primero que ven mis ojos es un sobre blanco que hay en la mesa, en el cual pone mi nombre.

Lo abro y saco una carta acompañada de una foto con mis padres. Decido leer la carta.

Querida Elena, lo más probable es que cuando veas esto es porque estemos muertos... No somos lo que tú crees, ni trabajamos con la policía... Somos druidas.

¿Cómo? ¿Mis padres son druidas?

Estamos al tanto de todos los peligros de Forks, vampiros, quileutes... Estamos muy contentos de que sepas cómo relacionarte con ambos bandos.

Mis padres siempre han sabido el secreto de los Cullen y de los de la reserva.

Sentimos nunca haberte dicho esto, pues nunca hemos querido ponerte en peligro... Tú no te apellidas Miller, te apellidas Hale... No somos tus verdaderos padres.

Lazos de Sangre - Twilight & Teen Wolf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora