Carlos estaba destinado a estar en la vida de Olivia Garavani. El 5 de agosto de 1999 Gabriella Garavani y Reyes Vázquez de Castro estaban dando a luz en el Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón, en Madrid España.
Gracias a ese suceso, sus madr...
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Woking, Reino Unido - abril 26, 2020
Carlos POV
—No te voy a mentir Carlos, me duele que te vayas—Zak Brown, el director ejecutivo de McLaren dijo estrechando mi mano mientras terminábamos nuestra conversación sobre el futuro.
Mi futuro se veía prometedor, porque el siguiente año sería uno de los dos conductores de Formula 1 para la Escudería Ferrari. Así es, me iba de McLaren.
—Pues yo tampoco te mentiré Zak, me duele irme pero amo irme a Ferrari.
Ambos reímos.
—Sé que tienes un futuro brillante.—Zak me miró orgulloso.—Supongo que nos veremos en la pista.
—Te lo aseguro.—Sonreí.
Después de la reunión con Zak para decirle que había aceptado el contrato con Ferrari hasta 2024, dijo que podría venir mañana lunes, para darles la noticia al equipo, los ingenieros y toda la fábrica en general. McLaren sería una etapa muy buena en mi vida, con ellos logré mi primer podio en Brasil del año pasado y estaba seguro que este año sería mejor. De no haber sido por la pandemia, creo que tendríamos un buen ritmo para lo que llevaríamos de la temporada hasta ahorita.
Salí del parqueo de las instalaciones de McLaren para pasar comprando comida china de regreso al apartamento en el que me quedaba desde hace ya más de un año. Este fin de semana Rebecca me acompañaba en casa, normalmente ella vivía entre Londres y Nueva York, tratábamos de hacerlo funcionar cuando ella venía de visita a Woking o yo iba de visita a Londres cuando la temporada me lo permitía.
Durante estos primeros meses una pandemia por un nuevo virus llamado Covid-19, había detenido el mundo. Había una cuarentena global, gente muriendo en hospitales, escasez de muchas cosas y creíamos que todo se venía abajo.
Me había quedado estancado en Madrid con mi familia cuando todo esto estaba empeorando, fue casi un infierno para mí. En especial porque cuando el mundo se detuvo, también la Formula 1. Para marzo, se supone que correríamos en en el circuito de Albert Park en Australia, pero al escuchar rumores de que el virus ya rondaba por el paddock la FIA decidió que era mejor suspender las carreras hasta nuevo aviso.
Creí que lo mejor sería volver a Madrid para ver a mis padres y mis hermanas y asegurarme que estuvieran seguros. Regresé justo después del fin de semana de la carrera para quedarme en cuarentena con mi familia. El aeropuerto Adolfo Suárez había cancelado toda entrada y salida de vuelos nacionales e internacionales. No pude volver a Reino Unido y de hecho Rebecca seguía un poco molesta por ello.
