Capítulo 7

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Saint Francis Hospital – Delaware

En la habitación de un hospital se haya un paciente con los ojos cerrados, estaba traspuesto por lo que en cuanto sintió su móvil vibrar los abrió enseguida, daba por hecho de que sería algún conocido deseándole una pronta recuperación, que sorpresa para sus ojos cuando se trató de un mensaje del detective privado que había contratado. En su mensaje había una captura de pantalla de una página de citas, el perfil era de una rubia y que vuelco le dio el corazón cuando se trataba de su querida rubia.

"La página se mantuvo activa durante un día, después se dio de baja, se localiza en Atlanta, te mantendré informado en cuanto sepa algo más"

El paciente bloqueó el móvil y sonrió, ahora más que nunca tenía que recuperarse pronto, tenía que regresar junto a su amor.

Atlanta

Lexa estaba esperando a que Octavia saliese de su casa, de vez en cuando miraba el paquete que estaba en la parte de atrás de su coche, esa mañana nada más despertarse mandó un mensaje a Clarke deseándole los buenos días y a decir verdad, no se sentía muy católica, su piso aun estaba plagado de recuerdos de su difunta esposa, estar pretendiendo a otra mujer mientras tenía fotos de Costia mirando al objetivo de la cámara, como si la estuviese mirando a ella fijamente, parecería absurdo, pero así se sentía, como si sus propios recuerdos la estuviesen juzgando. Apoyó la cabeza en el volante.

Flashback

La vocina de su coche no dejaba de sonar, hasta que aturdida apartó la cabeza del volante, el airbag había amortiguado el golpe, pero no lo suficiente como para que no le doliese la cabeza, con un gesto de dolor se movió, la luna del coche estaba hecha añicos y el morro de su coche estaba destrozado empotrado en el tronco de un árbol. Se llevó la mano a la cabeza cuando notó algo caliente caer por su frente, cuando palpó el líquido apartó la mano para ver que era sangre:

- Costia- dijo con voz quejumbrosa, miró al asiento copiloto y abrió los ojos con pavor- Dios mío cariño.

Intentó quitarse el cinturón de seguridad pero no podía estaba encallado. Una rama del árbol había atravesado la luna y se había clavado en el abdomen de Costia y parte del asiento copiloto, la mujer aun parecía estar consciente y temblando, de su boca no paraba de emanar sangre. Lexa desesperada se pasó el cinturón que cruzaba por su torso por encima de la cabeza para tener más movilidad, puso su mano sobre el hombro de Costia:

- Cariño.

Dijo temblorosa la ojiverde. Costia miró de reojo a Lexa e intentó musitar unas palabras:

- Lo...lo... sient....

- No- interrumpió Lexa antes de empezar a buscar su teléfono móvil- no hables, voy a buscar ayuda.

Estaba intentando quitarse el cinturón que estaba resistiéndose, hasta el punto de tener que agarrar un trozo de la luna e intentar cortarlo, en su forcejeo escuchó como que algo borboteaba sonoramente, miró a Costia y vio como su cabeza se inclinaba a un lado, con el corazón acelerado miró a su pecho para comprar que se movía y seguía respirando, pero no lo hacía, no se movía ni un ápice, los ojos de Costia estaban fijos en ella:

- ¿Costia?- ni un pestañeo, ni un temblor, nada- ¿Costia cariño?

Fin del flashback

El sonido de la puerta del copiloto sacó a Lexa de sus cavilaciones, Octavia entró y se sentó, parecía que había corrido para salir de su casa y no hacer esperar mucho a Lexa:

- Lo siento ¿Te hice esperar mucho?

Octavia no se había esmerado en arreglarse, supuestamente iban a una casa a tener una noche de chicas, no se iba a poner de gala, unos pantalones vaqueros, una camiseta, una chaqueta vaquera y unos botines, el pelo se lo dejó suelto y maquillaje lo justo:

El precio del arte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora