capítulo 2

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Lexa llegó a su piso sobre la 1:00 AM. Se quedó parada en el pasillo de la entrada y por unos momentos sopesó la posibilidad de adoptar un perro o un gato, por primera vez pensó en que era muy triste llegar y no tener a nadie ni nada que la recibiese cuando llegaba. Se quitó la chaqueta mientras iba al salón y la colocó sobre el respaldo de una silla, iba a acercarse al sillón cuando escuchó que algo se caía del bolsillo de la chaqueta, se agachó y agarró el objeto de encaje, se trataba del antifaz que había llevado puesto Clarke, se sentó en el sillón y con el antifaz en las manos se quedó mirándolo, dibujó media sonrisa.

Al día siguiente retomó su rutina de apretar el botón de Netflix y comenzar series que tienen principio, pero ningún final, bebidas energéticas y algún que otro helado. Había conseguido perder la moción del tiempo y los días, cuando el timbre sonó, intentó ignorarlo, la empleada que tenía contratada poseía una copia de la llave, pero al parecer seguían llamando con insistencia. Quejumbrosa se levantó y retiró la chapita para mirar por la mirilla:

- TE OIGO.

Escuchó la voz de Bellamy al otro lado de la puerta. Lexa gruñó y abrió:

- Quedamos que sólo iría a esa estúpida exposición.

- esa estúpida exposición te ha dado ganancias para vaguear unos cuantos meses- frunció el ceño- ¿la rubia cañón no te hizo tilín?

Lexa puso una mueca y se apoyó en el marco de la puerta:

- La rubia cañón tiene nombre.

Bellamy sonrió con complicidad:

- Vaya, ya decía yo que te iba a gustar- en cuanto vio la cara de enfado de la ojiverde- vamos, no hace falta que te comprometas, pero al menos un polvo te hace falta y cuando contacté con ella parecía de las facilonas.

- ¿A qué has venido?

Preguntó con irritación:

- Lexa, necesito que pienses volver a crear tu arte o cómo quieras llamarlo.

- Bellamy, deja de presionarme porque a este paso te despido.

Bellamy levantó las manos en señal de stop. Lexa iba a cerrar la puerta cuando Blake se lo impidió:

- En cuanto a la rubia ¿hay algo? Lo pregunto porque en su perfil ponía que es bisexual- Lexa achicó los ojos- podría contactar yo con ella y aprov....

- Clarke no se merece que un capullo como tú la ande molestando.

- No me seas perro del hortelano.

Se quejó el chico:

- No me seas mosca borriquera- dejó escapar un suspiro- si esto hace que mantenga tus zarpas lejos de ella, sí, esa chica tiene mi...interés.

- Genial, puedo cerrar el perfil- forzó una sonrisa- que sepas que regresaré y seguiré intentando sacarte de este piso infernal, llegará el día en que me lo agradezcas.

- pues hasta la próxima.

Dijo cerrando la puerta y dando por finalizada la conversación. Sinceramente, si lo soportaba era porque conocía a Bellamy de toda la vida.

Se volvió a sentar en el sillón e intentó centrarse en un documental de misterios sin resolver, cuando extrañamente, pensó en Clarke y en su sonrisa. Miró su smartphone encima de la mesa, recordó que la había prometido que la llamaría, de eso hacía días. Se sentía mal por no haberlo hecho, así que no dejaría pasar otro. Buscó en su agenda y llamó, frunció el ceño, pues estaba algo nerviosa y temía que se hubiera enfadado o que ya no quisiera hablar con ella por no haber llamado:

El precio del arte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora