Elyon

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"sometimes i wish i could lend you my shoes,
lend you my life and lend you my truth,
but sometimes the truth is just my point of view
not what is real and not what is true." blow my brains out by tikkle me.

***

Estar de vuelta en el Castillo la estaba desesperando.

Los primeros días habían sido mejores de lo que había pensado, reencontrándose con el personal la había llenado de buenos recuerdos y una alegría transitoria, pero ahora se sentía atrapada.

Llevaba al menos una semana de regreso, había decidido quedarse hasta estar segura que el Tribunal se iba a llevar a cabo, pero de eso aún no conseguía respuestas de nadie.

Sabía que Lyra había sido extraída de su celda en Severia y ahora se encontraba en constante vigilancia en una cárcel privada localizada en Beros. Emil y el Consejo habían decidido que Lyra sea la única persona en el lugar, para prevenir futuros escapes y mantener la alerta constante hasta que se decida qué hacer con ella, aunque eso a Elyon le parecía absurdo. Lyra era peligrosa aún estando atada de pies a cabeza y rodeada por cien Guardias Solaris.

Elyon sabía que lo único que estaba previniendo su ejecución inmediata era su misma presencia. Emil no iba a decidir algo que sabía traería consecuencias irreparables en su relación con ella, incluso si Bastian y la mayoría del Consejo le decían que lo haga. Emil y su amor por ella era la única pizca de esperanza que le quedaba y no la podía desperdiciar. Pero esa era una tarea muy difícil.

Luego de su discusión con Bastian, el menor de los Solerian no había vuelto al comedor y ella no lo buscó, pero luego de dos días sin verlo, comenzó a pensar que el Rey la estaba evitando. Así que al tercer día, no lo pudo aguantar más y entró sin tocar a su habitación para encontrarlo acostado y con un libro en las manos. Si no tuviera una misión en mente, Elyon estaba segura que podría haberse derretido en la puerta al verlo con el cabello revuelto y su camisón de dormir.

Emil ni siquiera levantó la vista de lo que estaba fingiendo leer para pedirle que la próxima vez tocara la puerta y que en ese momento quería estar solo, por lo que Elyon tuvo que tragarse sus palabras y salir del lugar.

Al siguiente día siguió buscándolo mientras recorría el lugar que una vez fue su hogar, observando detalles que habían cambiado con el paso del tiempo, como la posición de algunos retratos o la remodelación de pasillos. Elyon había extrañado mucho el Castillo del Sol, era un lugar que la hacía sentir cómoda, pero mientras más tiempo pasaba en él, más recordaba con nostalgia las noches de desvelo cuando solía escabullirse por las salas para buscar comida o las risas traviesas que aún podía escuchar haciendo eco en rincones oscuros.

Cuando se topó de lleno con un retrato de la Familia Solerian, sacudió esos recuerdos fuera de su mente y se enfocó en su cometido.

Al quinto día, Elyon supo con certeza que Emil la estaba evitando, parecía estar haciendo todo el esfuerzo del mundo para no toparse con ella o procurar no quedarse a solas más que unos segundos. Siempre que lo encontraba, estaba rodeado de gente, con Gavril y Derien siguiéndole los talones. Si Elyon no lo conociera, pensaría que estaba huyendo de ella.

Cuando se dio cuenta que Emil no iba a dejar de evitarla, comenzó a intentar acercarse y obtener información por otros medios. Primero acudió a Ezra, que aunque estaba algo enfadado con ella, no la ignoraba como Bastian lo hacía, aunque no sirvió de nada, ya que era imposible sacarle una palabra de la boca al mayor si él no quería hablar. Así que su segunda opción fue Zelos, otro caso perdido, ya que según él "si el Rey deseara hablar con usted, ya lo habría hecho".

Así que con la desesperación desbordándole por el cuerpo, Elyon se dirigió a la única persona que podía ser tan chismosa de soltar la información que necesitaba saber.

hasta el sol y la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora