capitulo 11

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Perséfone.

No puedo creer que mi madre me haya dejado salir, estuvo muy temprano en mis aposentos y me invito a salir con ella al jardín. Me alegra saber que ella por fin comprendió que si estoy a su lado no correré ningún peligro.

Se que tal ves ahora no podre alejarme de ella ni siquiera un metro o que ya no podre ir al valle por mi cuenta ni estar tiempo a sola con las demás ninfas, pero nada de eso importa en estos momentos, porque el que mi madre me haya permitido salir hoy al jardín me da la gran posibilidad de que estaré presente en la llegada de la primavera.

Eso me hace sentir muy feliz.

Hoy ha sido un día productivo, ya que he ayudado a algunas ninfas con sus deberes, bajo la atenta mirada de mi madre claro, pero me deja hacer una que otra cosa y no me impide que me relacione con las demás.

Me encuentro plantando algunos tipos de planta con mi madre, y puedo notar la tristeza en su rostro, curiosa decido preguntar:

—así no has sonreído hoy madre, ¿puedo saber qué pasa? —me postro a su lado.

Mi madre deja de des cosechar los frutos y gira su rostro hacia mí.

—nada por lo que debas de preocuparte mi pequeña flor. — acaricia suavemente mi abundante cabello.

—Puedo notar que estas triste, ¿es por mi culpa? —

—No Perséfone, no estoy triste por ti.

—Entiendo madre. — intento volver a mi labor.

—Perséfone... susurra en mi dirección.

—Si, madre.

—Si algún día llegas a alejarte de mí, no olvides que siempre te he amado. — dice y me abraza fuertemente.

—Eso nunca pasara madre, nunca me alejare de ti. — le prometo.

Veo a mi madre sonreír, pero su sonrisa no llega a sus ojos.

Porque mi madre pensaría que me alejaría de ella, nunca haría eso, no lastimaría su corazón de esa manera. Además, no conozco otra vida que no se estar en este jardín, cerca de mi madre.

Hades.

las imágenes del sueño anterior se sintieron real, no he logrado sacarlas de mi mente. Cierro mis parpados y llegan a mi nuevamente.

Ella será tu caos...

Salvarla...

Sálvame...

¡hades!

Me obligo abrir mis ojos y tratar de alejar esos pensamientos, cada vez mas los sueños se vuelven mas frecuentes, escucho las suplica de una mujer que me pide a gritos que la salve. Pero no sé de qué o quién...

Paso mi vista por la imagen frente a mí. Estoy recorriendo los límites del inframundo, asesorándome de que todo marche perfectamente, mi única compañía en estos momentos es la de cerbero, que se encuentra por los alrededores.

Hoy decidí salir de mi fortaleza para relajar un poco mi mente y pensar con claridad, ya que los sueños se están volviendo mas frecuentes y no me dejan descansar. Eso grito de dolor... Los tengo grabado en mí, no sé cuál sea la causa de ellos, so lo se que son de una mujer que pide mi ayuda. Es extraño ya que hace unos días atrás volví a soñar con la única imagen de la ninfa del rio, ella ha sido la protagonista de mis sueños y pensamientos últimamente. Ella y la flor extraña no salen de mi cabeza.

Mi Perfecto CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora