Capítulo 21
El despertar
Hades
Aún sostengo su mano y hay relación alguna por parte de la diosa. Quisiera tener una señal y poder ayudarla, desde que sostengo su mano sus gritos han sedado al punto de ser casi inexistentes, su respiración se ha estabilizado repentinamente ahora solo descansa en paz y es como si nada hubiera pasado.
—Aunque no desees que use mi magia en ella lo haré— escucho la voz agotada de Hécate. —. Es el único modo de llegar a despertarla...
—Acaso no entiendes que si usa magia en ella la hace sufrir—sostengo con más fuerza la mano de Perséfone.
—No use magia ella esta vez Hades— declara luego de un tiempo en silencio.Giro mi rostro en dirección a Hecates y le muestro mi rostro con la confusión plasmada en él.
—¿Que hacías entonces? ¿porque ella reacciona así?Suelto preguntas tras pregunta, si Hecates no usaba su magia en ella ¿Por qué ella reacción de este modo?
No tengo claro cómo funcionan los poderes de Perséfone, las únicas divinidades que poseían tal don eran Gea y Rea, eran divinidades poderosas sometidas por titanes que temían del alcance de su poder, usadas para un fin. Nunca nadie estuvo interesado en cómo funcionaban ese don y antes de que Zeus comenzara una rebelión en contra de ellos nadie se atrevió a ir en contra.
No sé cómo ayudar a la diosa inconsciente en mis aposentos, como despertarla y averiguar qué causa el que ella recibir de esta manera tan extraña a los poderes de Hecates. El hecho de no poder ayudarla me frustra. La única que podría darme información y ayudarme a ello es Deméter y no creo que le agrade la idea de saber que soy yo que el secuestro a su hija y la mantiene en el inframundo.
—La protegía. —dice y pongo toda mi atención en ella.
—Explícate. —dejó la mano de Perséfone con la mayor delicadeza sobre su regazo y me dirijo a donde se encuentra Hécate.Alza su rostro hasta que su mirada encuentra la mía.
—Una fuerza superior la está consumiendo Hades— dice y mira a Perséfone. —, aún no se de quien pueda tratarse, pero este ser consume parte de su don. Conjuré palabras de protección en lengua de nigromancia y ni así pude luchar contra él. El posee un poder mayor.
—¿El quien? — preguntó en un susurro. —. Explícate mejor Hecates, si me dices quien la está consumiendo lo buscaré yo mismo y cabaré con él.
Hecates me da una mirada de preocupación.
—No sé quién sea, él no se muestra en sus sueños.
—¿Sueños? ¿de qué hablas?
—lo que sea que la esté consumiendo mantiene en un trance a Perséfone, presencié su sueño Hades— quita su mirada de mí y la posa en la diosa. —. Ella lucha para que él no la consuma por completo. Este ser está interesado en su poder...
No dejo que termine de hablar y miro a Perséfone.
—Despiértala— dijo sin pensarlo.
Si mi única opción es usar magia en ella para despertarla lo haré, odio el verla sufrir. Me encargaré personalmente de encontrar quien se atrevió a consumir su poder y cuando lo haga deseara el nunca a verla mirado.
—Hades...
—Es nuestra última opción. Hazlo— ordeno.
Hécate posa su oscura mirada en la mía y veo la angustia, la desesperación y el miedo en ella.
Por primera vez en mi existencia veo miedo en Hécate.
—Lo haré, pero debes de salir de aquí. —pide poniéndose de pies.
—Eso no pasa, no me alejare de ella.
Hécate está mal si piensa que dejare a Perséfone solo con ella mientras la despierta. Ella necesita un recordatorio, no dejare que la diosa de la primavera sufra en mi reino y en mi presencia.
—No sé cómo ella va a reaccionar a mi poder, ella es un misterio ¿entiendes?, y tú pierdes los estribos al verla sufrir, por ello no es seguro para mí que estés presente— dice con temor.
Hecates me teme.Miro a la diosa, odio verla sufrir, actúo sin pensarlo cada vez que la veo en ese estado, pero ella necesita despertar y yo quiero cuidar de ella, el que Hecates use magia negra en ella es un riesgo que no deseaba correr, pero que debo de acéralo sino la quiero ver sufrir más.
Si Hecates hace sufrir a la diosa no respondería de la mejor manera, sé que Hecates no haría nada para dañarme siempre ha sido leal a mí y espero que con esa misma lealtad cuide de Perséfone y si por ello tengo que arriesgar a mi más leal diosa, lo haré.
Correré este y mi riegos más por el bienestar de Perséfone.
—El cómo yo reaccione está en tus manos Hecates— le doy una mirada advertencia a la débil diosa delante de mí. —si ella no sufre nadie sufre. Todo depende de ti. ¿Entiendes querida Hecates? —explicó.
Hecates asiente.
Hécate se dirige a donde se encuentra Perséfone y noto como suspira antes de iniciar con lo que sea que hará en ella. Mi temor incrementa con cada segundo qué pasa, no deseaba despertarla de este modo, pero también vi la angustia en el rostro de Perséfone. Aun estando inconsciente estaba sufriendo y todo debido a lo que sea que la esté atormentando, Hécate dijo que vio su sueño y que él está interesado en poder de mi diosa. Debe de ser un ser muy poderoso para mantenerla en sus sueños.Sea lo que sea acabare con él por el simple hecho de haberla hecho sufrir, por atormentarla y aterrorizarla. Ella no debe de sufrir jamás ni siquiera por el más simple hecho.
¿Quién estaría interesado en el don que posee la diosa de la primavera?
Solo una persona llega a mis pensamiento.
Cronos.
Él es la deidad más poderosa que ha existido hasta ahora y es el único que podría estar interesado en el don de la creación, pero él no sabe de la existencia de Perséfone, pocos seres saben de ella o de él poder que posee. Zeus y Deméter se encargaron de ello. Entonces cómo sabría cronos de la existen de la diosa de la primavera y mejor aún, cómo está enterado de que ella está en el mismo reino que
el.
Él no puede salir de tártaros así que sería imposible de que él este enterado que poseo a la diosa de la primavera aquí.
Hecates toca la cabeza de Perséfone y susurra un lenguaje extraño, se concentra en despertarla y no apartó mis ojos de las diosas de la primavera. La magia de Hecates será nuestra última opción para despertarla, si esto no llega a funcionar no sé qué más haría, el regresarla al reino mortal no es una opción para mí.
La quiero y necesito en mi reino. Y la tendré por encima de quien sea.
Aros negro se posan alrededor de Hecates y Perséfone, sigue soltando palabras en idiomas extraños. Ella aún no reacciona de manera negativa ante la magia y es una buena señal, sé que Hécate cuidara de ella en todo momento, ella ha mostrado preocupación al ver a la diosa en este estado.
Me tranquiliza saber el afecto que Hecates tiene para Perséfone, el tenerla aquí en mi reino en un gran motivo para armar una rebelión contra mi hermano, aún estoy ajeno a la situación en el Olimpo , pero soy consciente de que Deméter y Zeus ya deben de estar enterado de que su apreciada hija ha desaparecido y deben de estar en su búsqueda. Por ello Hecates es una buena opción para que proteja a Perséfone, ella también sea encariñado con la diosa y me lo ha demostrado de la mejor manera.
Se ha preocupado por su estado de inconsciencia desde que la traje aquí, no se ha alejado de ella en ningún momento y está arriesgando su propio bienestar por querer despertarla.
Se que la diosa de necromancía le será leal a su reina.
Si a su reina.
Porque si algo tengo claro y es que hare a la diosa de la primavera mi reina. No me importa lo furioso que Zeus tome el hecho o lo dolorosamente mal que Deméter lo vea. Perséfone será mi reina y eso nadie me lo va h impedirá
Ella gobernará el inframundo por encima de todo y todos, hasta de su propio rey.
Hecates continúa susurrando palabras ajenas a mi conocimiento y no ha tenido ningún avanzar en Perséfone, posa sus manos a ambos lados de la cabeza de la diosa y la escucho decir algún hechizo. Pronuncia palabra tras palabra y no logro entender nada de lo que dice. Los aros negros que las rodean se van uniendo entre ello hasta formar dos grandes circunferías negra que la cubren por completo, quiero acércame a ella, pero soy retenido en mi lugar por la fuerza que emana ambos aros.
Lucho con mi fuerza para poder acercarme, pero todo es en vano, Hecates está usando todo su poder en ella y no puedo verla y cerciorarme de que Perséfone se encuentre bien. Luego de un tiempo de luchar contará la fuerza de ambos aros, estos van desapareciendo poco a poco y logró visualizar nuevamente a ambas diosas.
Suelto un suspiro cuando veo a Perséfone respirar suavemente, todavía está inconscientes. Hecates se desploma en el piso sin fuerza para sostenerse, pero no le prestó atención y me enfoco en la diosa que si me interesa.
—Está hecho— dice Hecates con sus últimos alientos.
Me acerco a Perséfone y me aseguro de que todo se encuentre bien en ella. Examinó cada parte de su rostro y cuerpo, arrugó mi rostro a no ver nada fuera de lo común.
—¿Porque sigue inconsciente? — pregunto —. Acaso tu magia no funcionó...
No lo termino de pronunciar palabra porque soy interrumpido por una delicada voz a mi lado.
—En donde estoy.
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Mi Perfecto Caos
RomanceTras la guerra contra su padre, el Dios hades fue condenado a vivir una vida de oscuridad lejos de todo lo que ya conocía. Desde su nacimiento nunca supo lo que es el amor, siquiera conocía el término de la palabra, para el solo existía el dolor y l...