Capítulo 20Hades
—Los cíclopes no han ocasionado problemas hasta ahora.
Asiento y continúo caminando a través de las grandes murallas rocosas. He decidido recorrer varias partes de mi reino para despejar la mente y pensar con claridad la situación de la diosa que duerme en mi aposento. Deje a Hécate encargada de su cuidado mientras me pongo al día con mis labores como rey.
No pasó mucho desde que tome una pequeña estadía en el mundo mortal para poder vigilar personalmente a Perséfone, nada está fuera de lo común en mi reino, pero desde mi llegada con la diosa algo en mi interior no me deja en paz y quiero encargarme personalmente de que nadie esté tramando algo que pueda perjudicarme en un futuro.
Con la visita que le hice a mi padre hace varias semana no he estado tranquilo, sé que el trama algo y solo necesita el tiempo necesario para llevar a cabo lo que esté planeando.
Me detengo en la parte más alejada de las murallas y en ella se puede contemplar por completo tártaros, la prisión de mi padre.
—¿Que has sabido de cronos?— le pregunto a tànatos a mis espalda.
—¿Cronos?
—si.
Tànatos dirige su mirada hacia la prisión del tintan y lo veo pensar un momento.
—Sigue manteniéndose débil, no cuenta con las fuerzas necesarias para arma una rebelión. —dice pensativo. —. ¿porque te preocupa tanto tu padre?
Se que trama algo y se también que ese algo no me gusta en nada.
—Eso es lo que me preocupa, ha estado en paz todo este tiempo.—paso mi vista por cada una de las barreras hechizadas.
—Quizás y ya se resignó a la idea de que tendrá que pasase la eternidad en tártaro.
No contestó y aparto mi vista de ese lugar, lo que sea que esté planeando debo de averiguarlo y estar preparado para ello.
Salimos de la zona rocosa del inframundo y nos dirigimos hacia el rio Aqueronte, rio de los muerto.
—La muertes de los humanos ha sedado en las últimas semanas, por lo visto Zeus ya se hizo cargo de la situación.
Zeus...
No he sabido nada de mi hermano desde que dejé el mundo mortal y haber traído a su hija a mi reino. Por lo que Hécate me informa a en el mundo mortal era que su prioridad principal era tener a Perséfone escondida y que nadie estuviera al tanto de su poder.
¿Porque no ha hecho nada hasta ahora?.
Si no me equivoco, en el mundo mortal debe de haber pasado más de dos semanas de que Perséfone allá desaparecido y el rey de los dioses no ha hecho nada al respecto.
—Seguro ya entendió que si los mortales mueren el pierde poder. No tendría a nadie que los adorase. — dijo y me detengo cerca de la orilla del río de los muertos.
Posó mi mirara en las cristalinas aguas y visualizo los espíritus de algunos mortales que cumplieron su ciclo de vida en el mundo mortal, almas en penas que de mi reino no pasarán.
—¿La diosa en tu aposento es hija de Zeus? — pregunta tànato.
Asiento y mis pensamientos se dirigen a ella.
—¿Porque trajiste a una de las hijas de Zeus al inframundo? — indaga el Dios de la muerte a mi lado. Su pregunta no me molesta, tànatos tiene mi entera confianza para ello.
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Mi Perfecto Caos
RomanceTras la guerra contra su padre, el Dios hades fue condenado a vivir una vida de oscuridad lejos de todo lo que ya conocía. Desde su nacimiento nunca supo lo que es el amor, siquiera conocía el término de la palabra, para el solo existía el dolor y l...