Seré un Psicólogo.

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Narra Cameron:

—¿Están bien?.—Dije mientras abría la puerta.

—Si, estamos bien, sin plata pero bien.—Dijo Finn.

¿Quieren saber como se cual es cual?

Pues fácil, le puse un papel a cada uno en su pecho con su nombre.

—Finn ¿Les robaron dinero?—Pregunte.

—Nop, Ojala.—Dijo haciendo puchero mientras se sentaba en el sofá del comedor.

—¿Y entonces?—Pregunte confundido.

—Jack se le ocurrió comprar condones.—Dijo fulminando a su hermano que estaba parado sobre el umbral de la puerta.

—¿Condones para que?—Pregunte.

—Quiere regalárselos a leila.—Dijo Finn rodando los ojos.

—¿Porque?—le cuestione a los gemelos.

Jack se encogió de hombros.

—Así demuestro mi amor.—Dijo Jack sacando su móvil.

—¿Con porno?—Dije confundido.

—¡NO Andando en bicicleta!—Dijo Jack haciéndose el irónico.


~*~

Narra Leila:

—¿Ya llegamos?—Pregunte mientras me desabrochaba el cinturón de seguridad.

—No.—Dijo cortante.

—¿Estas bien?—Pregunte.

—Si.—Volvió a contestar.

—¿Te pasa algo?—Insistí.

—No.—Dijo Alex mientras observaba el camino.

—¿Sabes?.... no te entiendo.—Dije cruzándome de brazos.

—¿Que no entiendes?—Pregunto.

—Tu actitud.—Dije señalándolo con el dedo.—Primero estas frió luego sensible te pones romántico y vuelves otra vez a la parte capullo.

Se encogió de hombros.—Así soy si no te gusta no te acostumbres.

—Dijiste que estabas enamorado de mi.—Grite.

—Yo dije que creía que estaba enamorado,nunca prometí sentimientos no me declare adelante tuyo.—Dijo Alex.

Iba a decir algo pero su móvil empezó a sonar.

Alex me hizo señas para que me callara.

¿Hola?—Dijo atendiendo su móvil.—¿Que? ¡Estoy ocupado!.—Hizo una pausa por lo que escucho, estaba hablando con un hombre ya que su voz es grave.—Joder que te dije que estoy ocupado.—Me miro.—¡No! Que busque a otro, no tengo, LO GASTE A TODO, No iré..... Me calienta un pito que se enoje ve y dile que no........—Apretó los nudillos contra el volante.—MALDICIÓN.—Gruño.—De acuerdo en un rato estaré ahí .—Corto la llamada.

—¿Que sucede?

No me contesto.

—¿Que pasa Alex?—Volví a preguntar.

—No iremos a tu casa.

—¿A donde iremos?—Pregunte.

—Estoy a cargo, solo cállate.—Dijo y lo mire mal.

¡Estúpido bipolar!

Alex siguió el recorrido en silencio solo se limitaba a mirarme de reojo mientras apretaba el volante haciendo ver sus nudillos blancos.

Viviendo con  idiotas #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora