Narra Leila:
–Gracias por traerme. —Sonreí mirando a Alex.
–Es un placer. —Dijo sonriendo de lado. Me mordí el labio.
Lo mire. –Yo creo que debería irme. —Dijo Alex rascándose con una mano la nuca. Está nervioso.
–Si yo..—Señale a la casa. Suspire y lo mire. —Oye, no te quieres quedar a comer.
Alex me miro sorprendido.
– ¿Enserio?—Pregunto.
Me encogí de hombros. –Claro. —Sonreí.
Alex negó con la cabeza. —No le caigo bien a tus compañeros.
Me volví a encoger de hombros. —Te estoy invitando yo, no ellos. —Dije haciendo que Alex se mordiera el piercing del labio escondiendo una sonrisa.
– ¿Vas a romper las reglas?—Pregunto mientras se acercaba a mi rostro. Me quede quieta.
–Porque no lo aria si el premio es estar cinco minutos más contigo. —Dije y él me miro serio para luego sonreír.
–Por eso me gustas. —Dijo agarrando con sus manos cada lado de mis mejillas y posando sus labios contra los míos.
Me queje y Alex rio entre diente.
–Suéltame. —Me queje ya que Alex tenía entre sus dientes mi labio inferior. —Por favor. —Dije como pude. Me soltó y yo me toque el labio. —Eres un imbécil pudiste haberme cortado el labio.
–Ya, no es para tanto. —Alex bufo. —Bajemos que nos están mirando. —Dijo señalando hacia mi casa.
Gire y vi como los gemelos y Cameron me sonreían pícaramente desde la ventana.
Solté una carcajada. —Mejor bajemos.
Alex asintió mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad y salía del auto y se acercaba a mí para entrelazar nuestras manos y caminar hacia la entrada.
Abrí la puerta principal.
–Familia traje un invitado. —Grite.
–Estamos en la cocina par de tortolos. —Dijo Cameron para luego reír.
Negué con la cabeza mientras le hacía señas a Alex para que me persiguiera.
–Alex se queda a comer. —Informe a los chicos que estaban sentados en las sillas de la mesada.
Jack se levanto y se coloco al frente de Alex.
–Así que tú eres el nuevo tributo de Leila ¿No? –Dijo Jack serio mientras miraba a Alex. Extendió su mano y Alex la miro. –Bienvenido a la familia hermano.
Alex sonrió de lado. –Gracias,creo. –agarro la mano de Jack y se la estrecho.
Finn se levanto al igual que Cameron y saludaron a Alex.
–Tengo hambre. —Dije mirando a los chicos.
–Tú siempre tienes hambre. —Dijo Alex y yo lo mire mientras le sacaba la lengua.
– ¿Qué opinan si pedimos pizzas?—Pregunte sonriendo de oreja a oreja.
Los chicos se miraron entre ellos hasta que Cameron asintió.
–No estaría mal. —Dijo Jack encogiéndose los hombros.
–Pues entonces vamos. —Dijo Alex sacando las llaves de su bolsillo delantero.
–Yo me quedo, vallan ustedes. —Comente.
– ¿Por qué?—Pregunto Finn confundido.
–Voy a preparar la mesa, ya saben quiero una pizza especial. –Dije señalando con el dedo a Cameron.
ESTÁS LEYENDO
Viviendo con idiotas #Wattys2015
Teen Fiction¿Que pasaría si una chica vive con un grupo de hormonales? Ella es Leila Maloley, tiene un vida llena de clichés, empecemos. Ella no tiene amigos por ser directa, sarcástica e irónica. ¿Hermanos? No tiene, es hija única. ¿Novio? Solo imaginario...