Adiós, Vida patética.

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-Leila- Grito mi madre desde la puerta de mi habitación.

-¿Qué?, te repetí mil veces que no me levantes cuando duermo.-grite enojada mientras sin querer tire la lámpara de la mesa-Ups eso ya estaba roto-le dije a mi madre mientras señalaba el aparato roto en mil pedazos.

Ella solo rodo los ojos.

-Está castigada jovencita- me dijo mi madre mientras se arrodillaba para tratar de recoger los pedazos.

-Oh Carmen son mis ultimas horas en casa y ya me castigas-dije mientras corría la colcha y ponía mis pies en el suelo.

-¿Qué te dije de llamarme Carmen?- pregunto mi madre mientras se levantaba del suelo y se cruzaba los brazos.

-Que no te llame mas- dije mientras me dirigía a mi ropero.

-¿Y porque sigues asiéndolo?- pregunto mientras me quito la remera que tenía en la mano.

-¡Eh! eso me estaba por poner.

-Te hice una pregunta- respondió mi madre mientras golpeaba su pie contra el piso.

-Lo sigo asiendo porque mi pobre y dulce abuela se la paso nueve meses de embarazo pensando en que nombre te iba a poner solo para que tu vengas ahora y te avergüences, eres una mala hija-dije mientras fingía que me estaba secando las lagrimas y negaba la cabeza.

-Agh, no se puede hablar con vos- le lance un beso- Richard-grito mi madre.

-¿Qué Pasa?- dijo entrando mi padre.

-Puedes decirle algo-dijo señalándome.

-Algo- dijo mi padre haciéndome reír.

-Con ustedes dos no se puede hablar civilizadamente, ni sé porque me case con vos-dijo mi madre mientras miraba fijamente a mi padre.

-Porque te complacía en todo-dijo mi padre mientras movía sus cejas de arriba abajo.

-Agh, lárguense de mi habitación-dije mientras los empujaba a los dos fuera de mi cuarto-Vos-dije señalando a mi madre- aliméntame y vos- señale a mi padre- ponte unos pantalones, si los amo.

Cerré la puerta.

-Okey hoy es el gran día- me dije a mi misma en el espejo.

Me dirigí al ropero, cuando lo abrí no había nada de ropa, ¿Qué?, ah cierto están en las maletas.

Saque lo único que me dejo mi madre y me lo puse.

Consistía en una remera blanca que en el centro tenia escrito WTF con negro, tenía una campera negra, me puse un collar de oro que me había regalado mi abuela, un pantalón de gimnasia y un gorro negro.

Le di un último vistazo a mi habitación, cuando de repente veo el reloj.

-MAMÁ SON LAS 6, LLEGO TARDE-Grite mientras agarraba mi bolso y bajaba saltando las escaleras-a las 6:30 tengo que estar en el aeropuerto.

-RICHARD-Grito mi madre mientras agarraba mi otra maleta y salíamos corriendo para acomodarlas en el auto.

A los segundo salió mi padre acomodándose los pantalones, cuando nos vio salto al capo del auto, literalmente y eso que estaba inmóvil.

-¿Por qué saltaste?- le pregunto mi madre una vez que mi padre se subió otra vez.

-Creí que se iban- contesto este encogiéndose los hombros.

-Pero si ni siquiera habíamos arrancado- dije mientras iba viendo las casas que pasaban por la ventana.

Conecte mis auriculares y empezó a sonar Amnesia de 5SOS.

~*~

El aeropuerto estaba repleto de personas, menos mal que llegamos justo a tiempo si no el vuelvo se me hubiera ido, pero gracias a dios me quedan diez minutos para despedirme de mis padres y la verdad mi madre parece que viene a un funeral.

-Ya mamá no llores, te llamare todos los días- le dije mientras pasaba mi mano por su espalda de arriba abajo.

-Es.. es.. es que hija tu.. tu- trato de decir mientras se limpiaba las lagrimas con un pañuelo- tu eres demasiado chica para irte sola.

-Mamá ya tengo 16 no te hagas dramas- le dije mientras rodaba los ojos.

-Lo dices como si fuera gran cosa tener 16, Richard dile algo y deja de decir algo porque si lo dices tendrás que lavarte la ropa tu solo.

Mi padre puso una cara de horror y me volvió a mirar a mí.

-Ya sabes hija nada de sexo, nada de alcohol y si te ofrecen droga solo un poco-me guiño un ojo.

-Richard eres su padre.

-Bueno hija cuídate, llámame cuando llegues a esa casa, no hables con desconocido, y disfruta.

-Los Pasajeros con destino a Estados Unidos en cinco minutos despegamos- se escucho de los parlantes.

-Mi vuelo ya sale- les informe a mis padres mientras los abrazaba- los amo mucho a ambos, cuídense.

Como pude me escabullí de los brazos de mi madre y corrí con las dos maletas con carrito hasta la fila para subir.

Gire y grite adiós a mis padres mientras agitaba la mano de un lado a otro.

¡ESTADOS UNIDOS AYA VOY!.

Viviendo con  idiotas #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora