☕️ ⁝ ༘ Min Yoongi nunca hubiera imaginado que la visita a una cafetería gracias a la recomendación de su mejor amigo, varías tazas de café consumidas, algunas miradas encontradas y un delicioso aroma a melocotón y manzanas acarameladas hubiera soluc...
El lobo de azabache pelaje se encontraba dentro de una burbuja de felicidad repitiendo una y otra vez el aroma que se paseaba alrededor de él sin restricción alguna. Tan solo hace unos minutos lo tenía cerca, a pocos centímetros de distancia, y únicamente eso bastó para que el olor dulcemente frutal se quedara en su memoria.
¿Dos días seguidos conversando? YoonGi no se lo podía creer. Su yo de hace unos meses estaría boquiabierto, no se creía capaz de poder dirigirle la palabra a aquel apolíneo omega. Mas ya no sentía los nervios de antes, todo lo opuesto, quería acerarse a él, escucharle hablar, saber lo que esa rubia cabeza piensa.
¿Qué me pasa?
_¿Será esta una especie de atracción?_ Se preguntó esta vez en voz alta mientras se bajaba de su auto. No era la primera vez que se sentía atraído por alguien. De hecho, había tenido parejas con anterioridad. Nada formal, relaciones que al cabo de unos meses perdía el interés y volvía a la cotidianidad de su soltería. Mas nunca se había flechado de tal manera por alguien. Bueno, no era cualquier persona. Más allá de la belleza física que alberga su ser tiene una peculiar personalidad. No era tímido como los estereotipos sociales le obligarían a actuar, ni callado. Tampoco forzaba un comportamiento tierno, actitud que le molestaba a YoonGi en sobremanera, ese lado dulce y delicado era genuino y natural. Tan solo de pensar en él causó una leve coloración en las pálidas mejillas del peliazul.
En serio ¿Qué me está sucediendo?
Sus pensamientos carcomían su mente al no encontrar explicación en la actitud impropia que ha estado teniendo los últimos meses. Tras estar frente a la puerta de roble de su apartamento exasperó cansado y procedió a ingresar el código para acceder a su hogar.
Una vez adentro, sus sentimientos quedaron en segundo plano al encontrarse con una escena no agradable que provocó un subidón de ira desde la punta de sus pies a través de su espina dorsal hasta su cabeza, cegando sus sentidos y dándole cada vez más control al igual, o más, enfurecido canino de ojos azulados, negro pelaje y filosos colmillos.
_¿Qué mierda está pasando aquí?_ El alfa azotó la puerta detrás de él acompañado por el gran gruñido que emitió su airado lobo. El sonido del portazo resonó en todo el apartamento, quizás en toda la planta de ese edificio, sobresaltando al pelirrojo beta y la omega de hebras azabache que se encontraban juntos en el sofá gris medialuna de la sala de estar principal, demasiado juntos.
Sus rostros habían estado muy cerca, de no haber llegado en ese momento ¿Su mejor amigo y su hermana menor se habrían besado? La simple idea le daba colera.
_Yoon... ¡Amigo!_ Hoseok rápidamente se levantó del mueble acompañado con una nerviosa sonrisa dispuesto ir en dirección al peliazul. Sin embargo, no pudo siquiera acercarse puesto que la mirada del otro le amenazó. Se sentía sumamente intimidado por la clara presencia del licántropo interno de su amigo. De hecho, estaba convencido de que el mayor tenía ganas de desgarrar su cuello por las ideas que ha de hacerse el de blanquecina piel.
_Quiero que me expliquen por qué estaban tan pegados._ Sin necesidad de vociferar o alzar la voz ambos jóvenes estaban petrificados. Quien diría que el inmutable y pacifico Min YoonGi podría llegar a ser tan imponente y aterrador. Bueno, al final de cuentas, era un alfa enojado.
_YoonGi oppa no malinterprete las cosas._ Esta vez quien le dirigió la palabra fue SuRan. Estaba segura que le escucharía mejor que al pelirrojo el cual estaba pidiéndole mentalmente a la madre luna que se lo tragara la tierra._ Hoseok te estaba esperando y mientras hablábamos, es todo._ Le contestó la omega con determinación mirándole directamente a la vista negra con destellos azul. Su hermano apretó su mandíbula a forma de respuesta, era más que evidente que no le creyó y tras un bufido sarcástico habló.
_Que buena está esa SuRan. Cuéntame otra, pero esta vez agrégale hadas, solo para que sea más creíble._ Ironizó el alfa.
_Es verdad Yoon._ Se atrevió a hablar otro de hebras rojizas logrado captar la atención del mayor._ Estábamos supuesto a encontrarnos a las 20:00 en el restaurante cerca de mi trabajo. Te llamé miles de veces y te mandé cientos de mensajes, pero no me contestaste. Así que me preocupé y vine a ver qué pasaba ¡Apenas llegué hace menos de diez minutos!
YoonGi había olvidado por completo que tenía un compromiso pendiente. Una vez vio a JiMin y tuvo la oportunidad nueva vez para estar cerca de él su mente optó por borrar las cosas que tenía que hacer como obtener la información de la última librería para su informe y, ahora, la cena que tenía con su mejor amigo.
Encendió su celular encontrándose con las notificaciones de varias llamadas perdidas del beta, la última había sido hace ocho minutos, y tenía algunos 37 mensajes. Al igual, revisó la hora, 20:41. Estaba avergonzado a más no poder. En la mañana activó el modo silencio de su dispositivo móvil y hasta ahora no se había percatado de ese detalle.
Nunca se había caracterizado por ser una persona emocional, su lobo rara vez se manifestaba impulsivo. Sí, solía enojarse como su naturaleza irracional lo indicaba, mas nunca al punto de mostrarse agresivo. ¿Qué mierda estaba ocurriendo con él? No tenía ni control sobre sí mismo y toda esta situación le estresaba.
Esta vez sus mejillas se tiñeron por la pena de su comportamiento y miró a los otros al frente de él siendo expectantes de su próxima reacción.
_ Perdón chicos..._ Se disculpó en conjunto con el canino que se hallaba con las peludas orejas bajas y la cola entre las patas. Se sentían horrible de la manera que les habían hablado. Hoseok por su parte, experimentó el alivio volver a su ser._ Disculpa Hobi por dejarte plantado, yo últimamente tengo la cabeza hecha un lío. No es una excusa, lo sé, pero si te debo una justificación.
_Oppa ¿A caso JiMin te tiene con el lobo en la superficie?_ La pelinegra se burló al tiempo que se paró sobre sus puntillas para revolver las azules hebras del mayor y posteriormente dejar la sala con el alfa sonrojado y el beta confundido.
_¿Jimin? ¿Quién es Jimin?_ Preguntó el pelirrojo con un tono de picardía._ ¿Tiene que ver con la persona que conociste en la cafetería y por la cual me trancaste la llamada hace meses?
_No sé de que me estás hablando._ Respondió el mayor abriendo la puerta que había azotado con anterioridad.
_Si sabes Yoon, pasa chisme._ Replicó pillamente el otro al tiempo que se colocaba su abrigo largo verde pasto acompañado de una ligera risa del alfa.
_Te cuento en el restaurante.
Quizás hablar con alguien le sentaría bien para poder aclarar sus ideas. Por más que intentaba organizar sus pensamientos escribiéndolos en su cuaderno de siempre, terminaba igual de incomprendido que cuando comenzó. Estaba seguro que si ese objeto fuera una persona estaría mas que harto de escuchar una y otra vez lo mismo.
Por otro lado, cierto pelirrojo, de igual forma, lidiaba con emociones encontradas que hace mucho tiempo pensó haber superado.
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