Capítulo VI: El partido de béisbol

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Había llegado el sábado, y Edgar, lleno de emoción, se levantó de la cama muy temprano, dispuesto a ir al partido de béisbol de la chica.

     Su vestimenta no variaba mucho, teniendo solamente camisetas de sus bandas favoritas, varios pantalones negros y uno que otro par de tenis. Por supuesto, nunca iba a ningún lugar sin su bufanda favorita, por más calor que estuviera haciendo. Era parte de su estilo, además, era bastante temeroso de mostrar por completo su rostro (razón también de ocultar la mitad de su cara bajo un flequillo).

     Se miró en el espejo y se acomodó la bufanda antes de salir. Una ligera sonrisa se asomó por arriba, satisfecho con su apariencia. Luego tomó un desayuno ligero, agarró su bolsa deportiva y, antes de salir, confirmó nuevamente la ubicación que Bibi le había enviado.

     Tuvo que tomar el autobús. En la parada y al abordar notó las miradas discriminatorias de algunas personas a su alrededor. Otros lo ignoraban, pero aquellos que lo veían de pies a cabeza hacían sentir al pobre chico demasiado incómodo. Edgar, resignado, siempre trataba de ir cabizbajo e ignorarlos, pero muy en el fondo se sentía abrumado. Era una cosa de todos los días, y aun así, siempre se bajoneaba e incluso le daban ganas de llorar cuando llegaba a casa.

      Sin embargo, todos sus pensamientos negativos se disiparon cuando se dio cuenta de que ya había llegado al centro deportivo. Entró, tímidamente, pues no frecuentaba lugares con tanta gente, al menos no lugares en los que no pudiera pasar desapercibido.

     Se dirigió al campo de béisbol. Había llegado algo temprano, así que vio a algunos de los jugadores haciendo calentamiento. Trató de divisar a Bibi, pero no la encontró por ninguna parte. Sintiéndose expuesto desde las gradas, decidió sentarse, esperando a que el juego comenzara.

     Empezaron a llegar más y más espectadores. Después de algunos minutos, los jugadores salieron al campo y el partido comenzó, la primera entrada estaba en juego y el equipo visitante era el primero en batear. Edgar buscó a Bibi entre los jugadores, y después de un rato pensó en que era la chica en posición de catcher (le fue difícil identificarla ya que su rostro estaba cubierto por el casco).

     Edgar no entendía para nada el juego. Se dejaba guiar por el ánimo de la multitud, cada vez que parecían celebrar algo que hacían los jugadores. El chico no lo sabía, pero en la segunda entrada uno de los bateadores del equipo local casi hacía un hit. Fue un partido de béisbol emocionante y muy reñido, pero Bibi era la jugadora que más brillaba. Era rápida, ágil, incluso estando en posición de jardinero lograba correr para atrapar la pelota o recibirla para ponchar al corredor del equipo rival.

     Luego de doce entradas, el juego seguía empatado. Los rivales eran muy buenos, y según escuchó Edgar de unas personas que platicaban al lado, el equipo visitante había sido campeón estatal. Bibi y su equipo se enfrentaban a jugadores excepcionales, y por ratos tomaban la delantera. Sin embargo, en la entrada número trece, se decidiría el final del juego. El equipos local tenía que anotar al menos una carrera para ganar.

     Y ahí estaba Bibi: la bateadora estrella de los Cool Cats. Salió al campo con su bate en mano. Debía hacer que su equipo anotara al menos una carrera. El juego ahora dependía de ella. Había demostrado ser una bateadora excelente con las demás carreras que había ganado para su equipo, pero esta era la jugada definitiva. En el campo de juego, había dos corredores de su equipo en base. Se posicionó en la zona de home, golpeó la punta del bat en el suelo dos veces y se preparó para batear.

     Los espectadores veían como en medio del juego, en la partida que debía ser la definitiva, la bateadora estrella mascaba chicle con una expresión confiada. Todo se quedó en silencio mientras el pitcher se preparaba para lanzar la bola. El primer lanzamiento fue un strike, bola rápida. El segundo fue un strike por batazo de foul. A pesar de eso, Bibi seguía confiada. Era su última oportunidad, si el siguiente lanzamiento resultaba en strike, quedaría eliminada.

How To Be A Heartbreaker (Bibi×Edgar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora