Capítulo XXIV: Explicaciones

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Los días eran mayormente nublados o llovía. Ya que se la pasaba la mayoría del día en casa, Bull se había tomado la molestia de llevarle comida para segurarse de que no estuviera comiendo "basura". De vez en cuando hacía los encargos de Piper, pero había dejado de ir a las prácticas de béisbol. Cuando le preguntaban al respecto, Vivianne les decía que últimamente su dolor de brazo había empeorado y no podía asistir. Fang, especialmente preocupado, la llamaba, pero Bibi le aseguraba que retomaría las prácticas en cuanto pudiera.

     Sus hombros estaban apesadumbrados y sus ojos cansados. Le estaba tomando tiempo recuperarse de las resacas. Tenía un síndrome de abstinencia brutal. Aun así, en aquellos días tan complicados para su cuerpo, su mente se entregó a la reflexión.

     Pensó seriamente en lo que Bull le había dicho. Al principio, sentía que nada valía la pena y que su compañero solo quería animarla para no verla así. No obstante, cada palabra se quedó grabada en su mente.

     Las semanas que pasó así le hicieron darse cuenta de que quería dejar de vivir miserablemente. No solo hablando de dejar de vivir borracha, con resaca y aislada, sino que genuinamente deseaba dejar atrás su vida superficial. Si bien había mejorado un poco desde que conoció a Bull y Crow, ciertamente, como dijo el primero, nunca había sido "genuinamente feliz" en toda su vida.

     Estaba agradecida por los amigos que había hecho, sí, pero su vida siempre estuvo vacía. No sabía precisar desde cuándo, pero hasta donde tenía memoria, su miseria había comenzado el día en que descubrió a Brock poniéndole los cuernos. Aquello, ciertamente, le afectó mucho más de lo que admitía o inclusive estaba consciente.

     Ese engaño la hizo ser todavía más rebelde, problemática, antipática. Luego cumplió los dieciocho y su padre la dejó a su suerte. Siempre se mantuvo firme estando segura de que no le afectó, y de que no necesitaba a su padre para vivir.

     Ya que no encontraba trabajos estables debido a su carácter, vivió en la calle como ladrona y las circunstancias la hicieron unirse a una pandilla hasta escalar en la jerarquía, llevándola hasta donde estaba en ese momento, siendo una líder respetada por todos. Creyó que eso realmente estaba bien, después de todo, "cada quien se rasca con sus propias uñas".

     Antes de conocer a Bull y a Crow, creía que todos los hombres eran una basura, y le gustaba enrolarse con ellos, llevárselos a la cama y luego botarlos. Con su estatus, no había mucho que esos pobres diablos pudieran hacer.

     Al conocer a sus dos mejores amigos y después tener el dominio de una gran parte de Retrópolis, tuvo que involucrarse aún más en aquel bajo mundo. Manejar una pandilla, que poco a poco parecía convertirse en mafia, no era trabajo sencillo.

     Y desde entonces esa había sido su vida: sexo, drogas, alcohol, delitos menores (al menos al principio). Siempre estuvo conforme con esa vida creyendo que era la que debía vivir. No obstante, luego de meditarlo, descubrió que esa no era la vida que quería. Quizás, solo quizás, Bull tenía razón y había algo más en la vida a lo que podía aspirar.

     Y ese algo lo había encontrado al lado de Edgar. Las palabras de su amigo, aunque toscas en un principio, a fin de cuentas le transmitieron su mensaje: debía luchar por su propia felicidad y encontrar la manera de estar con la persona que ama.

     Aunque, por supuesto, el primer paso era ir a visitarlo de nuevo y hablar con él. Esta vez sin ocultar nada. Si quería tener una relación con Edgar, debía comenzar por ser sincera y confesarle absolutamente todo, incluso arriesgándose a que justamente la odiara y no quisiera verla más. Aquella posibilidad era muy alta.

     Rumbo al hospital, aunque por fuera había recuperado su temple, por dentro su corazón latía con ímpetu por todos los nervios que sentía. Aunque se atrevía a afrontar la situación, no podía ocultar su temor y ansiedad por cómo Edgar iba a reaccionar. Pero, claro que, valiente no es el que tiene miedo, sino el que afronta las situaciones aunque tenga miedo. Y en ese momento, Vivianne estaba siendo muy valiente.

How To Be A Heartbreaker (Bibi×Edgar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora