capitulo 3

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Se acercó la noche, seguía yo, el, solos en mí recamara, se me quitó el sueño, lo miré con mi siempre amenazante y seductora mirada, se estremeció para atrás y sentó con sus largas piernas cruzadas, situó sus largas manos en sus rodillas, yo lo miré y atravesamos miradas:

-¿Qué miras?, ven aquí, acuéstate en mis piernas.-dijo esta vez con voz sincera y tierna.

-¿para?-contesté con un tono de voz irritante.

-te contaré, mi historia, todos tenemos una. Situé mi cabeza sobre sus piernas cruzadas y mirando su barbilla:

-¿sabias Little slaughter?, nadie nace siendo demonio, hasta el mismo "diablo" fue, alguna vez un ángel.-asentí con la cabeza, interrumpí su historia.-pero, se vuelven demonios por no obedecer o entender bien las reglas del cielo ¿verdad?

-en efecto, igual que el, yo no siempre fui un demonio.

-entonces, tu... ¿Qué hiciste?

-a eso voy linda, pues, dos abismos de penumbras se llamaron mutuamente, ya no oí las cascadas del cielo, miré

Arriba y dije ¿Dónde esta mi "dios" ahora? ¡Esto es una injusticia! ¡Los humanos mueren aquí abajo! ¡¿Cómo es posible que puedas hacer semejante maldad?! Me enojé, el también y me hizo pagar, eso solo había sido una prueba.

-ohh ¿y después?

-me "castigo haciéndome demonio y llevándome al infierno, pero ahora logre escapar, perdón por lo que te diré, pero, yo... yo...te he espiado durante los últimos 2 años, tenía mucho miedo de hablarte, aun creo que tengo un poco.

-pero... ¿Qué no debería ser yo la que te tendría que tener pavor?

-no es lo mismo, tú me tienes miedo, por dos razones:

1-soy un demonio, 2-por que piensas que te podría hacer daño o violarte.-soltó una risita burlona, enseñándome sus colmillos un poco amarillentos.

-¿Cómo rayos sabes eso?

-puedo leer algunos de tus pensamientos, no todos, sólo algunas veces, tu mente se niega ha abrirse, tu mentalidad es madura, pero cerrada.

-se acercó hacia mi, me tomó de los hombros y quitó un mechón de cabello que había en mi cara, para después darme un beso corto en la boca, se apartó para descender de la cama, examinando mis carteles y posters de bandas de metal y rock que recubrían mi pequeña habitación.

-¿sabes? Yo conozco atodos tus amigos "no reales" ¿sabes que si son reales cierto?

-asentí-

-¿quieres que los llame?

-emm...si claro...-dije titubeando, en menos de 5 minutos tocaron la puerta de mi habitación mas de 3 veces.

-¡ahora voy!-dijo Andy, el abrió la puerta y mi sorpresa mirar a Nancy: mi amiga "imaginaria"del jardín de niños y a Freddy mi amigo fantasma, ellos se sentaron en mi cama y hablamos demasiado tiempo, muchos temas como para decirlos pero después Andy interrumpió el momento:

-emm disculpen pero ya es de noche, Miza es humana, ocupa descansar.

-se retiraron y yo lo miré fijamente.-y pues... ¿tu no te vas a ir? ¿Cierto?

- no, quiero verte dormir, es mi pasatiempo

-eso... sonó extraño

-si, pero... ¿Qué esperabas de un demonio?

-mmm buena pregunta, no se, me das un poco de miedo.-dije, y el se acercó a mi cara y con su mano cerro mis ojos, sus manos estaban heladas como las de un cadáver, sentí como me dormí rápidamente, creo que esa vez dormí demasiado porque me desperté a la madrugada casi a las 3:00 AM. Porque miré el reloj que había en mi habitación y decía 2:45 AM, levante un poco la mirada, y me aterré por un momento al ver una larga y borrosa silueta sentada al lado de mi, pero me tranquilicé un poco al saber totalmente que era Andy Black's, el se notaba sin ninguna expresión existente para su cara, el estaba encajando sus ojos en los míos,así como una navaja cortante, sus ojos brillaban como dos grandes canicas, le sonreí con torpeza:

-¿no te has ido?-dije frotándome los ojos.

-ya te dije, es mi pasatiempo y además no tengo un lugar especifico a donde ir, ¡ah! Pero ya me acorde lo que quería enseñarte, ven aquí.- extendió una de sus manos y enganché mi pequeña mano a la suya, el abrió la puerta de mi patio trasero y me soltó la mano para agarrar una escalera de madera que estaba por ahí.

- las damas primero.-me miró con cara de pervertido y sonrío.

-de ninguna manera, tengo puesta una bata para dormir, y no traigo short abajo.- me sonrojé al saber lo estúpido que había dicho.


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