capitulo 4

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-ok. Yo iré primero.-dijo Andy, subió las escaleras, y no pude evitar mirar que se le miró la espalda, porque corría mucho aire y me puse nerviosa al ver que no tenia una playera abajo, lo cual me sonrojo rápidamente, subí después de el, una vez arriba de mi casa, el me miró:

-mira, escúchame y abre bien tus ojos almendrados, soy un demonio y quiero que antes de que pienses muchas cosas sobre mi, quiero que observes mi poder.-me senté y el se apartó aproximadamente un metro de mi, la luna estaba llena, grande y hermosa, el abrió su mano y la sitúo en posición directa hacía la luna, de pronto una niebla negra llenó su mano hasta su codo, un anillo con una piedra azul cristalina apareció en su mano, extendió su brazo y me dio el anillo:

 -gracias.-dije nerviosa.

-si eso te gustó, mira de nuevo, mis "poderes" no son todos buenos, no fabrico anillos jaja, dame esa roca.-señaló una roca que por alguna razón extraña estaba en mi techo, se la di.

-observa, mira y aprende, pequeña masacre.-lo observe, mientras pensaba por que me había dicho masacre, aunque se escuchaba genial. Su mano cambió, estaba con garras largas y negras, sus cuernos crecieron un poco y su cara parecía vidrio roto, lanzó la roca al aire y con una neblina negra que le salía de las manos, la pulverizó y no quedó ni siquiera  polvo de aquella roca, lo miré con asombro.

- soy un peligroso demonio para una mortal como tu, así que tendré que entrenarte aparte de tu anillo: el "mistical Stone".

- ¿a que te refieres con entrenarme?-extendí la mano para tomar el anillo.

- entrenar, como un gimnasio.- sonrió-mentiras, es otro tipo de "entrenamiento" aunque un poco parecido a el de un gimnasio, te enseñare a usar tu anillo, abra un momento en el que no ocuparas tu anillo.

-wow, me interesa tu oferta.-sonreí.

-mira, ponte el anillo, comienza tu entrenamiento, ahora.-me puse el anillo.-ahora solo empuña la mano, elévala, y ponla contra el piso.-seguí sus instrucciones, paso a paso, una luz azul iluminó mi anillo.- ¡wow! ¿Ahora que hago?

 

-apunta hacia esa roca que esta en el piso, y mueve la muñeca hacia arriba y luego hacia abajo, recuerda, tienes que hacer fuerza mental.-dijo Andy, seguí sus instrucciones nuevamente, y la roca exploto, sin sonido, solo explotó.

-genial.-dije sonriendo.

-práctica después, ahora, creo que debes dormir.-bajamos las escaleras y entramos a la casa, miré el reloj y mi corazón se saltó al ver que eran las 4:30 AM no alcanzaría a dormir y a ir al instituto, porque entraba a las 8:30 am, me recosté en la cama.

-bien, emm Andy ¿podrías levantarme a las 7:00? Por favor.

-si claro, lo prometo.- extendió su meñique y lo acercó al mío, yo le seguí y doblé mi meñique con el suyo.me recosté, quede dormida completamente, aunque muy en el fondo seguía teniéndole mucho miedo a Andy me di cuenta que no me haría daño, al menos no ahora.

Sentí un leve pellizco en mi hombro.- psss pss, ¡levántate, ya es tarde!.-abrí los ojos y miré a Andy aun lado de mi.

-¿Qué horas son?

-las 7:00 en punto.

 

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