Capítulo 22

31 14 2
                                    

A la mañana siguiente me despierto por el rico olor que viene desde la cocina, salgo de la habitación y bajo las escaleras bostezando, llego a la cocina toda despeinada y con la cara hinchada de tanto dormir.

-¡Qué susto!-exclama Luke desde la mesa poniendo exageradamente su mano en el pecho.

Lo miro de mala manera, pero termino sonriendo igual cuando golpeo su hombro y me siento a su lado.

-Marcia no está, pero debes estar lista antes de las tres, a esa hora vendrán las visitas, ya le avisé a Rosé.

-¿Quiénes vendrán?-pregunto aún medio dormida.

-Supongo que vendrá toda la gente del vecindario para conocernos-dice tomando un sorbo de su taza.

-Bien-digo sin más.

Luke se levanta del asiento para dejar la taza sucia en el lavaplatos cuando en eso entra Rosé, pero antes de que Luke salga de la cocina Rosé le comenta:

-No has lavado tu taza, si vienes a estos tiempos mínimo haz la diferencia entre todos estos hombres.

Él no dice nada porque sabe que Rosé tiene razón y se devuelve al lavaplatos para limpiar la taza que ocupó.

Me siento en la silla con una sonrisa triunfadora cuando miro a Rosé con exactamente la misma expresión que la mía, terminamos de comer y me dirijo hacia mi habitación para cambiarme de ropa. Las horas pasaron volando y la gente ya ha comenzado a llegar, soy la última en arreglarme y en bajar, pero en cuanto termino de hacerlo trato de dar mi mejor esfuerzo con mi encantadora y falsa sonrisa.

-Pasen, adelante-no sé cómo es que a Marcia no le han dolido las mejillas de tanto sonreír. Mis mejillas se han adormecido hace ya un rato.

-Que tierna niña eres-un anciano de unos ochenta años me saluda con un fuerte abrazo.

-Gracias-digo sonriendo sin ganas.

-Tus hijos son hermosos, Marcia-habla la esposa del anciano.

-Los tres son iguales a José, si tan solo él estuviera aquí con nosotros compartiendo de esta y todas las veladas que hemos tenido como familia-se detiene y limpia una lágrima que cae por su mejilla para seguir hablando-.Desde que partió nada ha sido igual.

La actuación de esta mujer me sorprende cada vez más.

-Mamá, tranquila, sabes que papá estará siempre en nuestros corazones-esta vez Luke aparece en acción.

-Qué dulzura de niño-la señora toma las mejillas de Luke y las aprieta.

Quiero reírme a carcajadas, pero me aguanto, esto está resultando ser bastante divertido de ver.

Los golpes en la puerta se hacen escuchar y esta vez soy yo la que va a abrir porque tanto Marcia como Luke están demasiados ocupados atendiendo a la pareja de abuelos y Rosé se ha perdido de mi vista.

Los Warren aparecen una vez que abro la puerta, lucen todos muy elegantes, incluso hasta los dos más pequeños. Miro bien para ver si se encuentran todos, pero falta Gregory.

-Hola, Emma-me saluda Robin.

-Hola, adelante-digo con exagerada amabilidad.

-Él es Nathan, el hermano de Gregory, él casi nunca está con nosotros porque pasa la mayor parte con la familia de Anne, la prometida de Gregory-Robin me señala al más pequeño.

Miro a Nathan y sonrío sincera, se ve tan indefenso.

-Les trajimos esta canasta, no es mucho, pero es un pequeño obsequio de nuestra parte.

A través del tiempo: El experimento [1] BILOGÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora