Capítulo 39

14 13 1
                                    

Gregory Karl Sullivan, año 1910

-Yo solo seguía órdenes de Murray, yo no quería matar a tus padres, Gregory.

Cierro mis ojos recordando la escena de hace seis años atrás.

Corro hacia donde mis padres se encuentran y los veo siendo golpeados en el suelo.

-¡Déjenlos en paz!-mis gritos son devastadores, pero unos golpes son dirigidos hacia mi pierna izquierda sin piedad para hacerme caer al suelo a mí también. Ellos siguen golpeándonos hasta que dos disparos retumban en el lugar y supe de inmediato lo que acaba de pasar.

-Perros callejeros-Mark escupe saliva hacia sus cuerpos y guarda el arma con el que acaba de matar a mis padres.

Aún estoy en el suelo sin poder pararme porque sigo siendo molido a golpes mientras veo los cuerpos de mis padres enfrente de mí.

No lloro, no grito, no hablo, no respiro, no me quejo.

-¡Hermano!-un Nathan de seis años corre para quitarme a los hombres que siguen golpeándome, pero uno de ellos lo empuja hasta hacerlo caer.

-Nathan-susurro su nombre.

-Fue suficiente, Mark-escucho la voz del señor Robin salvándome a mí y a mi hermano de una muerte segura.

Ellos no les hacen caso hasta que el señor Robin saca su arma.

-No lo volveré a repetir-sigue diciendo.

-El salvador, Robin Warren, dejaré que te salgas con la tuya solo por esta vez-Mark le dice y termina yéndose junto con sus secuaces.

-¿Puedes respirar bien?-no le respondo al señor Robin porque en todo lo que me enfoco por ver es en los cuerpos inertes de mis padres-.Todo estará bien, tú y tu hermano ahora están a salvo.

Dejo de recordar ese doloroso momento y boto un largo aliento en conjunto de una lágrima cuando ahora recuerdo la voz de Elizabeth.

Tus padres estarían realmente orgullosos de ti ahora mismo y no por ser un monstruo precisamente, sino porque saben que ahora lograrás encontrar el real sentido a tu vida.

Abro mis ojos y lo miro detenidamente por unos eternos minutos aún con mi arma pegada a su frente, pero sonrío y dejo de apuntarle.

Él me mira inquieto en su lugar a la espera de alguna respuesta.

-Te perdonaré la vida.

-Gracias, mi niño, siempre supe que eres de buen corazón...

-Pero pasarás el resto de ella encerrado tras las rejas.

Su mirada cambia de un segundo a otro y ahora todo lo que veo en sus ojos es un miedo y odio profundo.

-¡Hermano!-escucho el grito de Nathan, él está zafándose de los brazos de Dina, Dina trata de sujetarlo, pero le es imposible y todo lo que escucho luego es el ruido de dos disparos muy cerca de mí.

El grito atormentado de Mark es lo siguiente que oigo cuando lo veo agarrándose el muslo y mirando el hoyo en su mano.

Alguien le ha disparado por mí.

A través del tiempo: El experimento [1] BILOGÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora