Capítulo 9

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Abro mis ojos lentamente para tratar de acostumbrarme a la luz blanca que me pega de lleno en la cara.

-Despertó-escucho una voz que no reconozco a lo lejos.

-¿Puedes decirnos tu nombre?-escucho nuevamente otra voz, pero ninguna es familiar.

-¿Dónde estoy...Seth?-logro pronunciar.

-Aquí estoy.

-¿Que está sucediendo?-mi voz es apenas un hilo suave.

-Necesitas recordar.

-¿De qué estás hablando?

Pero no me responde y puedo sentir como las personas que están poniendo cables en mi cabeza se alejan para darle paso a Seth.

Trato de levantarme de la dura camilla de metal helada, pero no lo logro, estoy amarrada de pies a cabeza, tengo ropa de hospital puesta y me encuentro descalza.

-¿Qué me estás haciendo?

-Debes recordar Elizabeth-Seth dice nuevamente.

-¿¡Recordar qué!?-le grito desesperada.

-¡Recordar por qué mataste a tu familia!-Seth grita de vuelta, pero mi risa resuena en toda la instancia y el silencio de todas las personas que se encuentran aquí conmigo me hace sentir como si no estuviera en mis cinco sentidos. Cada segundo que pasa elevo más el volumen de mi irónica risa sin poder detenerme.

-Te volviste completamente loco-digo entre risas.

No me dice nada y les da indicaciones a dos hombres para hacer algo.

-No, no, no, ¿¡Qué van a hacer!?-pregunto cuando veo que se acercan a la máquina en la que estoy conectada con cientos de cables en mi cabeza.

Nadie me responde, pero un calor inmenso llega a mí y mi cuerpo tirita por completo al sentir la electricidad. Mi grito es desgarrador, pero a nadie parece importarle en absoluto.

-¡Yo confiaba en ti!-le grito otra vez.

-Mira fijamente esto-Seth ignora totalmente mis gritos desgarradores y pone un objeto enfrente de mí, algo así como un reloj y lo miro detenidamente dejándome llevar por el fuerte, pero relajante ruido que emana. No alcanzo a hablar porque la electricidad entra otra vez en mí, pero ahora solo perturba mi cabeza, la imagen es cada vez más y más borrosa, pero el dolor disminuye considerablemente.

-Escucha con atención mi voz-la voz de Seth ahora es lejana a mi oídos-.Recuerda esa mañana...William, el experimento, tu padre.

Todo martirio acaba cuando solo escucho la voz de Seth, pero ya no lo veo, ahora solo veo a mi padre. ¿Qué hace mi padre aquí?

-¿Papá?-pregunto adormecida-.¿Papá..?-digo, pero él no me responde. Está concentrado en lo que está haciendo con un equipo de personas ayudando su proceso, todos tienen puestas batas blancas y todas las vistas recaen en mí.

-Doctor, ¿De verdad cree que funcionará en ella?-una chica como de mi edad se le acerca y le susurra, pero alcanzo a oírle.

-Más vale que funcione-es todo lo que mi padre le responde.

-Papá, ¿Qué haces?-trato de acércame a él, pero soy capaz de ver mi propio cuerpo arriba de una camilla metálica y todo el personal médico rodeándome.

Nadie parece ver que estoy aquí. ¿Estoy soñando esto?, pero ¿Por qué luce tan real?

Las puertas son abiertas y todos prestan atención hacia donde estoy yo, pero no es a mí a quien ven en realidad, sino que a William, quien con lágrimas en los ojos le pide a mi padre que no lo haga.

A través del tiempo: El experimento [1] BILOGÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora