SILK HEART - MIGUEL O'HARA

»UN SENTIMIENTO MUY NORMAL«

Herby

Justo me encontraba buscando qué ponerme y de la nada me puse triste. Vueltas que da la vida. No sabía exactamente por qué, no había ocurrido nada y... Me sentía vacía, muy triste, con un agujero en el pecho y ganas de llorar. ¿Por qué me sentía así? Tenía muchos motivos, de verdad que si, pero... No sabía cuál de todos ellos era... ¿O podrían ser las hormonas? ¿El ciclo lunar?

Me miré al espejo y me odié. No era fea, no me desagradaba nada de mí... Pero no quería ser yo en este momento.

Solo traía unos calzones de encaje color cereza y una blusa corta de seda, con tirantes, sin brassier por debajo, era de un rosa aperlado más apagado. Suspiré y me dí vuelta.

Fotos de mi padre, de mi madre y mis tíos me sorprendieron, a veces olvidaba que estaban ahí.

–Papá– Suspiré y me recargué en la pared– No sé que hacer... ¿Por qué nunca nada de lo que hago es suficiente para mí o... Para cualquiera? Los demás casi no importan... Pero... Me da miedo no ser tan buena como tú siempre creíste que llegaría a ser...– Los ojos se me llenaron de lágrimas– Mírame, lloro de nada, no ha pasado nada y me pongo sentimental.

Negué, miré detalladamente la foto, a un lado había una pintura que hice de él, él me la pidió. Estaba sentado junto a un árbol, en un paisaje seco, montañas atrás. Era el lugar en donde él trabajaba con sus padres, mis abuelos. Decía que quería volver ahí, dónde veía a sus vacas comer. Luego ví a mamá junto a él en otra foto, se veían felices...

Recordé a Miguel.

–En otras circunstancias... Él te habría agradado, sé que es en parte el culpable de que no estés, pero no decidí enamorarme de él, no sé si te estoy fallando, espero que no, pero si lo conocieras... También lo Perdonarías– Dije con media sonrisa, una lágrima caía por mi mejilla– Lo siento papá, de verdad lo estoy intentando.

Suspiré, caminé a la puerta y salí, luego entré en el departamento de enfrente, ahí tenía mi estudio. Cómo casi nadie más vivía en el edificio y no pertenecía a nadie, pues tomé dos y uno era mi estudio. Tenía todo ahí. Lienzos, pinturas, colores, pinceles, cualquier cosa. Y tomé un bastidor, lo puse en el suelo, recargado con una caja y traje todo ahí. A veces cuándo me sentía así... Solo pintaba algo. Eran las tres aún así que me daría tiempo de distraerme un rato.

Narrador

Miguel abandonó su oficina por eso de las cinco y se fue a su casa. Cómo B. Parker era el único en el que confiaba, le contó que Herby lo había invitado a cenar. Cómo Miguel no tenía idea de eso, pues con su antigua familia no tuvo que hacer nada, solo reemplazó a un Miguel muerto... Le pidió a Parker que le ayudara.

–Es demasiado– Dijo Miguel con cara de molestia– Bueno... Para ir a su departamento y... Ordenar comida.

Tenía un pantalón negro formal, una camisa blanca y sus zapatos negros.

–Creo que sí– Dijo Peter mientras la bebé gateaba por ahí– Pero te ves guapo.

Miguel se cambió, tenía el traje de Spider-Man 2099. Ambos negaron. Ahora traía unos shorts, tenis y una sudadera. Negaron, algo no los convencía. De nuevo Miguel con una sudadera azul oscuro, unos pans negros flojos y unos vans iguales a los de Herby, le gustaban mucho así que se consiguió unos.

–Deberías llevarle flores– Dijo Peter sonriendo de lado.
–Pareció que le gustaron las que envié a su dormitorio en el hospital, se las llevó a casa– Contestó Miguel poniéndose una gorra negra.
–¿Te agradeció?– Preguntó Parker con felicidad.
–No supo que eran mías– Contestó Miguel viéndose al espejo– ¿Y si no voy?
–¿De qué hablas? Estabas emocionado hace minutos– Dijo Peter parándose junto a él en el espejo.
–En cada universo... Spider-Man jamás se queda con la chica... No la quiero perder... No de nuevo– Susurró Miguel con el rostro más triste– Con lo del unicornio... Sentí que todo regresaba y se iba, sentí que... De verdad moriría de nuevo, no sabes lo asustado que estaba.
–¿Ella sabe que una variante suya en realidad era tu esposa en eeese universo del que siempre hablas?– Preguntó Peter, Miguel negó.
–¿Qué le voy a decir? Herby, mataron a tu Miguel en una dimensión alterna, yo lo sustituí, teníamos una hija y éramos felices pero... Hice que murieran cuando destruí el canon, no suena muy bien– Suspiró Miguel y algo más lo incomodó– ¿Y si las cosas así deben ser? Sería peor, ambos somos Spider-Man, doble peligro y... Somos muy distintos, yo soy yo.
–Y eso es suficiente– Dijo Peter pasando un brazo por la espalda de Miguel– Apuesto a que para ella, eres suficiente... Su rostro es otro cuando estás cerca.