Un demonio bajo mi techo.

Prologo

Era una tarde tormentosa en Uruguay. Todo estaba desierto, y vaya a saber alguien el porqué ese demonio decidió tomar forma humana y venir a nuestro mundo para vivir como un humano entre más humanos.

Tal vez no escogió el mejor lugar, tal vez hizo un mal cálculo y acabó en este país en plena tormenta. Lo que él si sabía, era lo que quería, encontrar antes que nada un sitio dónde quedarse en ese lugar.

Estaba todo vacío y; en plena ruta, con esa tormenta y encima bastante cansado por el esfuerzo que había hecho para pasar al mundo de los humanos ahora que la barrera era más difícil de cruzar, lo primero que él hizo fue buscar algo que le indicara a dónde ir. Encontró entonces, al pie de la ruta, un cartel que le indicaba que la localidad más cercana era Maldonado, y ese fue el camino que tomó.

Caminó durante horas bajo la feroz tormenta y ni bien llegó a la ciudad, comenzó a buscar, yendo de puerta en puerta, un lugar dónde le dejaran quedarse. En algunos lugares le cerraron la puerta en la cara apenas lo vieron empapado, otros ni se molestaron en abrir. Y así fue recorriendo lentamente todo, hasta llegar a una casa dónde vivía en ese entonces una muchacha que acababa de independizarse hacía solo unos meses. Era ya de noche y ella estaba leyendo un libro en su sillón frente a la estufa eléctrica, mientras que afuera la tormenta empeoraba cada vez más. Esa joven muchacha no es nadie más que yo, la misma que les cuenta esta historia...