Camila y yo regresamos a la mesa con los chicos. Hubo un silencio incómodo en el que las miradas nerviosas iban y venían, hasta que Camila se distrajo con alguien en otra mesa, y ya sospechaba de quién se trataba.
-¿Cuándo llegó Enrique Iglesias a este restaurante?- dijo con sus ojos brillando, y luego hizo algunas muecas - Oh... Está con una chica, ¿creen que sea una cita?
-Debe serlo.- dije, evitando mirar a dónde estaban.
-¡Ahora vuelvo!
Camila se puso de pie. Los tres la observamos dirigirse hasta el escenario de karaoke y tomar uno de los micrófonos, seleccionar una pista y comenzar a cantar con su mirada clavada en Enrique.
-¿Qué está haciendo?- dijo Nicolás.
-Está intentando impresionar a Enrique...- dije en un suspiro.
-No puedo creerlo...
Nos dedicamos a observarla mientras terminábamos nuestra cena. Enrique ni siquiera había notado que ella estaba cantando, y esto la hacía ponerse nerviosa. En determinado momento, la chica con la que él estaba se levantó para ir al baño y el comenzó a pasear su mirada por todo el restaurante hasta que me vio. De inmediato dejé de mirar lo que pasaba y los otros dos se sorprendieron por mi reacción.
Rogaba en mi mente que Enrique no se acercara a mí, pero por mucho que yo no lo quisiera fue lo que hizo.
-¿______?- me dijo, parado frente a la mesa.
-Hola, Enrique...- le dije sin siquiera mirarlo.
-¡Ha pasado mucho tiempo!- me dijo.
-Sí... Bastante...- lo miré de reojo.
-Y te ves mucho más hermosa que entonces.
-¿Disculpa?- le dijo Sebastian.
-¡Tranquilo, sólo hablo con ella!- le dijo Enrique.
Camila terminó su canción y volvió con nosotros.
-¡Hola!- le dijo a Enrique.
-¡Hola! ¿Eres amiga de _______?
-Sí, ¿la conocías? _______, ¿por qué no me dijiste que lo conocías? ¡Sabes que es mi ídolo!
-Es una larga historia...- dije.
-No tan larga en realidad.- me corrigió Enrique - Tuvimos nuestra historia.
-¡¿Historia?!- exclamaron Camila y Sebastian.
-Sí, fuimos amantes por un par de semanas. ¿Ustedes son...?
-Yo soy Camila, su mejor amiga, y él es Nicolás... ¿Por qué yo no sabía nada de esto?
-Y yo soy su novio.- dijo Sebastian, viendo a Enrique con mala cara.
-... ¿Tú eres Martín o eres uno nuevo?
-No, no es Martín.- interrumpí - Es Sebastian.
-Oh, bueno... No te preocupes por mí, Sebastian. Los dejaré tranquilos, mi chica me espera.- dijo viendo hacia su mesa.
-________...- me dijeron Camila y Sebastian al unísono.
-Me explicaré...- dejé salir un suspiro -¿Todos se acuerdan de Martín?
-Sí, por supuesto.- dijo Cami.
-Pues... Poco antes de terminar con él tuvimos algunas peleas porque él siempre salía con sus amigos y terminaba con alguna chica de las que llevaban sus amigos, le di un ultimátum avisándole que si no tomaba nuestra relación enserio lo dejaría pero primero lo haría sufrir un poco de lo que él me había hecho a mí, y entonces comencé a trabajar cómo guía y me mandaron a Ecuador por 2 semanas...
-¿Y a Enrique lo conociste ahí?
-Sí, lo conocí en Ecuador... Vi unas fotos de Martín con otras chicas en instagram, y pensé "haré lo mismo que él cuándo regrese y luego lo dejaré por teléfono para que le duela", y al día siguiente conocí a Enrique... Comenzó a coquetearme, y bueno... Digamos que no me acordé de Martín hasta una semana después cuándo ya había perdido mi virginidad con Enrique...
-¡¿Con él?! ¡¿Enserio?!- gritó Sebastian.
-¡Cálmate! No pienses que te haría lo mismo a ti, ni aunque te lo buscaras Sebastian... No me interesa ningún otro hombre, yo sólo te pertenezco a ti.- le dije viéndolo a los ojos.
-... Aún así, es molesto saber que él te tocó antes que yo, y encima tiene el descaro de venir a hablarte.
-No quería que esto pasara...
El resto de la cena fue muy incómoda, y lo fue más aún cuándo Enrique subió al escenario de karaoke y comenzó a cantar "Dímelo"... Lo que más me molestaba era que ya me había dedicado esa canción cuándo tuvimos nuestra historia.
-Te está mirando...- susurró Sebastian.
-¿Podemos irnos?- pregunté a los demás.
-Sí, ya tuvimos suficiente por esta noche.- dijo Nicolás.
Nico llamó al mesero y pagó la cena de todos, por más de que le dijimos que no era necesario que pagara por Sebastian y por mí, pero insistió diciendo que por su culpa la noche había comenzado a ir en una mala dirección.
Volvimos al hotel en silencio. Sebastian me abrazó todo el camino de forma posesiva, sus celos por lo que había pasado con Enrique no cesaban aún, y no lo hicieron hasta que estuvimos a solas en nuestra habitación del hotel y volví a entregarme a él...
ESTÁS LEYENDO
Un demonio bajo mi techo.
FanfictionCuándo _________ le abre la puerta a un extraño durante una tormenta, su vida cambia para siempre. Junto a Sebastian Michaelis tiene un largo camino que recorrer, ¿qué tan feliz puede ser una mujer al lado de un demonio?