Abrí la compuerta y bajé rápidamente las escaleras, seguida por Sebastian y el grupo de turistas.
-Muy bien, ya estamos aquí...- dije con un tono bastante tétrico - ¡Bienvenidos a la ciudad de los muertos!
Giré sobre mí al decir esa última frase para ver a los turistas, iluminando mi rostro desde abajo con mi linterna. De inmediato las tres chicas solteras chillaron y corrieron a abrazar a Sebastian.
-¡Suéltenlo!- grité, frunciendo el ceño al verlas hacer esto, haciendo que se creara un eco.
Las tres volvieron a gritar, esta vez para correr a los brazos de Claude.
-Así está mejor... ¡Bueno, será mejor comenzar el recorrido!
Comencé a caminar por las catacumbas, guiando al grupo mientras contaba la información sobre el lugar y un par de leyendas hasta que llegamos a un lugar en el que una reja impedía continuar avanzado.
-... y esta es la sección prohibida de las catacumbas.- dije, iluminando la reja.
-¿Por qué está prohibida?- preguntó un chico que había venido con su novia.
-Porque es muy peligroso seguir avanzando. Si alguien pasa al otro lado, está sentenciándose a sí mismo a la muerte. Dicen que hay una criatura del otro lado, y que nadie puede escapar de "eso".
-¡Son puros cuentos, no puede haber nada! Sólo más huesos, cómo en todas las catacumbas que hemos visto.- dijo una de las tres chicas solteras.
-Lamento informarte de que estás equivocada.- le dije con total seriedad -No sé qué sea lo que hay del otro lado, sólo sé que no es humano.
-Hablas cómo si lo hubieras visto.- dijo Claude.
-No lo vi, pero... Una vez estuve a punto de pasar al otro lado. He visto los planos de las catacumbas, pero incluso así es fácil perderse del otro lado de esta reja. A "eso" le gusta esperar a que el miedo sea tanto que ya no quieras seguir adentrándote en el laberinto...
-¡Sólo intentas asustarnos!- dijo otra de las chicas solteras.
-Por supuesto que no. Yo estuve en las catacumbas con un grupo excursionista antes de trabajar como guía; fue la primera vez que viaje a Europa...
[Inicio del Flashback]
Después de haber venido con la guía, mis amigos y yo decidimos venir. Éramos un grupo no muy grande, pero éramos revoltosos. Teníamos curiosidad por ver lo que había del otro lado de la reja, así que vinimos durante la noche.
Manuela logró abrir la compuerta usando un alambre para abrir el candado y todos bajamos con nuestras linternas en mano. Junto a nosotras dos venían Alonso, Isabel, Araceli, Geraldo y Lowell; un inglés que se nos acopló durante el viaje y que me gustaba mucho.
Mientras avanzábamos hacia la reja, Lowell me tomó la mano y me dedicó una sonrisa. Nosotros íbamos al final del grupo, mientras los demás bromeaban un poco más adelante. Al llegar hasta la reja, vi como todos pasaban al otro lado uno por uno, quedandome hasta el final.
Lowell paso al otro lado y luego volteo a verme con una sonrisa.
-Vamos, my princess, solo faltas tu.
Le dedique una sonrisa a Lowell y me dispuse a pasar por la reja, pero en el momento en que el primero de mis pies estaba a punto de pisar el suelo del otro lado, me invadio una horrible sensacion y decidi retroceder.
-¿que sucede, ______?- me pregunto Isabel.
-No creo que sea buena idea... Deberíamos volver al hotel, tengo un mal presentimiento.
-No digas tonterias, ¡tu mas que nadie querias venir!- me dijo Araceli.
-¡Si, pero ya no!
-Que miedosa...- se quejo Geraldo.
-Es enserio, tengo un mal presentimiento sobre esto.- insisti.
-Puedes venir, yo te dare la mano para que te sientas segura.- me ofrecio Lowell.
Estuve a punto de seder, pero de nuevo tuve esa horrible sensacion.
-Seras miedica...- me dijo Alonso.
-¡No la llames asi!- me defendio Lowell -Daremos una vuelta y volveremos para que veas que es seguro, luego vendrás a ver y cuando volvamos al hotel pasare la noche contigo si aun sientes miedo, ¿de acuerdo my princess?
-... Si Lowell...
Lowell me tendió la mano desde el otro lado de la reja. Le di la mia y el beso mi mano caballerosamente antes de irse. Se suponía que eso seria un "hasta luego", pero algo me decia que en realidad era nuestra despedida final. Intente por todos los medios posibles de convencerme de que solo eran mis nervios jugandome una mala pasada mientras permanecia junto a la reja y veia al grupo alejarse.
Pronto dejaron de estar a la vista, no habian rastros ni siquiera de la luz de las linternas. Los minutos pasaron, una, dos horas... Finalmente mi linterna comenzo a parpadear hasta apagarse.
-¡Demonios, se me acabaron las baterias!- dije mientras intentaba volver a encenderla.
Busque las baterias de repuesto en mi bolsillo pero estas se me cayeron y ya no pude encontrarlas. El silencio era demasiado, solo podia oir mi respiracion y el latido de mi corazón.
Continuará...
![](https://img.wattpad.com/cover/41848075-288-k795701.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Un demonio bajo mi techo.
FanfictionCuándo _________ le abre la puerta a un extraño durante una tormenta, su vida cambia para siempre. Junto a Sebastian Michaelis tiene un largo camino que recorrer, ¿qué tan feliz puede ser una mujer al lado de un demonio?