Capitulo 14

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Sebastian se fue muy temprano esa mañana para comenzar a trabajar. Esa noche lo había mandado a dormir en el sofá del living, argumentando que el bebé necesitaba estar cómodo, pero de todas formas me despertó con un suave beso y el desayuno en la cama. Antes de irse me había recordado que debía renunciar a mi trabajo.

La vida de ama de casa no resulta ser interesante, luego de haber limpiado un poco me encontré sola en casa sin nada que hacer, y no había nada bueno en la televisión, ni tenía algo que leer que no hubiera leído al menos 6 o 7 veces antes. Terminé por tomar el celular y marcarle a mamá.

-¡Hola ______! ¿Cómo estás?- me dijo del otro lado de la linea.

-¡Mamá, ¿cómo pasas el tiempo cuándo no te quedan tareas para hacer en la casa?!- le pregunté.

-Salgo de compras, o por lo menos a caminar y ver vidrieras, de tiendas, ¿por qué?

-Sebastian consiguió trabajo y estoy sola y aburrida en casa.- le dije.

-¿Ya tiene trabajo? ¿Y a qué se dedica mi yerno?

-Es doctor, mamá...

-¡Vaya! ¡Sabía que ese hombre valía oro! Espera a que se lo cuente a tu padre, se sorprenderá un montón.

-Sí, lo que digas...

-¿Y por qué estás sola en la casa? ¿No tienes nada que hacer para el trabajo?

-Bueno... De hecho, voy a renunciar.

-¡¿Renunciar?! ¡¿Pero por qué?!

-Es que quiero quedarme aquí, es lindo viajar por el mundo, pero es momento de quedarme en un solo lugar, cerca de quienes me importan.- dije, pensando en el bebé en mi vientre.

-Ay, el amor.- suspiró mamá -Bueno, supongo que ya que ser ama de casa es tan aburrido y ______ Torres no tolera el aburrimiento buscarás algún otro trabajo, ¿no es así?

-Bueno... N-no sé...- dije.

-... ¿Estás bien? Te noto algo extraña.

-¡¿Qué?! ¡¿E-extraña, yo?! ¿Pero qué dices...?

-Algo te preocupa, soy tu madre y sé cuando estás nerviosa.- se oía algo molesta.

-¡No me preocupa nada!

-¡No le mientas a tu madre!

-Eh...

-Estoy esperando, niña...

Cómo no sabía como más safarme de esa, decidí cambiar de tema.

-Oye mamá, ¿sabes de alguna casa bonita que esté a la venta?

-¿Piensas mudarte?

-Sí, mi casa... Este apartamento es muy pequeño ahora que vivo en pareja, Sebastian y yo queremos mudarnos a un lugar un poco más grande.

-Bueno, hay una casa de dos pisos por la interbalnearia, rumbo quien va hacia la capital, creo que tiene 3 dormitorios si no me equivoco.

-¡Suena bien! ¿Crees que tenga estufa?

-Sí, creo que sí. ¿Pero no sería demasiado para ustedes dos tener una casa de tres dormitorios? ¿O es que alguien más va a mudarse con ustedes?

-¡No, no es eso! ¡Solo queremos una casa un poco más grande que esta, pero si conseguimos una de dos o tres dormitorios también está bien!

-¿Qué me estás escondiendo?- se escuchaba molesta.

Por fortuna alguien llamó a la puerta justo en ese momento, permitiéndome que colgara la llamada. Fui a abrir, encontrándome a Camila llorando frente a mi puerta.

Un demonio bajo mi techo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora