-¡Por fin!- suspiré una vez que entramos en la habitación.
Marceline y Alain corrieron a saltar en las camas que ocuparían durante nuestra estadía. Yo, por mi parte, me dejé caer boca arriba en la cama de 2 plazas.
-Siesta en tres... Dos... Uno.- dije.
Ni bien dije uno, los dos peques se quedaron dormidos. Finalmente tendría paz y tranquilidad por un rato. Sebastian entro con las maletas y las dejó junto a la puerta para cerrar con llave. Vio a los niños durmiendo y luego se acercó a mí, recostándose a mi lado con una sonrisa.
-Ya era hora, ¿cierto?- me dijo.
-Hoy estuvieron más inquietos de lo normal...- respondí.
-Es cierto.- sonrió -¿Recuerdas la expresión en el rostro de esa azafata cuándo Marceline tiró el carro de comidas?
-Claro que lo recuerdo... ¡Jaja...! Pero debemos ser firmes con ellos.- me senté y los observé -No quisiera que algo malo les pasara, si desarrollan sus habilidades demoníacas y las utilizan en público...
-Entiendo que te preocupe- se sentó a mi lado y me abrazó -, pero no pueden pasar todas sus vidas escondiendo lo que son realmente.
-Ellos no saben lo que son, Sebastian. No tienen idea de que su padre es un demonio y que ellos también lo son... ¿Cómo crees que se sentirán cuándo lo descubran? Estarán confundidos...
-Lo sé.- suspiró -No pienses en eso ahora, ______.
Sebastian me besó y luego me levantó, cargándome al estilo princesa. Comenzó a caminar hacia el baño de la habitación.
-Creo que nos merecemos un momento a solas tú y yo... En la ducha...- dijo en tono seductor.
-Espero que no se despierten, o no podremos disfrutar lo suficiente...- le dije de igual forma.
-¿No quieres ir a la despedida de soltera de Susan?- me preguntó Sebastian.
-¿Va a hacer despedida de soltera? Nadie me dijo nada...
-Max me dijo que ella había organizado su despedida a la misma hora y fecha que él para que no estuvieran llamandose y esas cosas.
-Bueno, a mí no me invitó... De todos modos, alguien debe cuidar a los niños mientras tú te diviertes en la despedida de Max.
-Si quieres puedo preguntarle a Max si sabe donde será la despedida de Susan, tal vez ella solo olvidó decirtelo.
-¿Y los niños?
-Podrías llevar a Marceline contigo y yo llevaría a Alain.
-¡Sebastian, ¿a eso le llamas ser un padre responsable?! Las despedidas de soltero o soltera no son lugar para niños.
-Pero mereces divertirte un rato...- me abrazó por la cintura y me besó.
-Ya me divertí en la ducha...- le dije coqueta sl separar nuestros labios.
-De acuerdo.- me sonrió -Entonces te divertirás más cuando regrese...- me besó.
-Para regresar, primero tienes que irte a la despedida.- lo besé.
-¡Qué asco!- dijo Alain -¡Mamá y papá se besaron en la boca!
-¡Pues claro, ellos son novios y se aman, Alain!- le dijo Marceline.
Sebastian y yo reímos. Lo vi despedirse de los niños y luego volvió conmigo para darme un último beso antes de marcharse.
-Bueno...- miré a mis peques con una sonrisa -¿Quien quiere acostarse con mamá a ver una pelicula?
-¡Si~!- corearon.
Nos metimos los tres en la cama y vimos Monsters University. Cuándo la pelicula estaba terminando, alguien llamó a la puerta.
Me levanté y fui a abrir la puerta, encontrándome con Susan.
-¿Susan? ¿Qué haces aquí?- le dije sorprendida -Creí que estarías en tu despedida de soltera...
-No quise celebrar una despedida.-se encogió de hombros -¿Puedo pasar?
-Claro, pasa.
Me hice a un lado para dejarla pasar. Susan entró en la habitación, cerré la puerta y fuimos a sentarnos en el sofá mientras que los niños veían televisión.
-Le dije a Max que haría una despedida porque insistía en que tenía que divertirme, pero realmente no tenía ganas. Ben se quedó dormido en casa de mis padres, así que aproveché para venir a charlar un rato.
-¡Oh! ¿Vives con tus padres?
-No, tengo un apartamento... Era del padre de Ben, pero...- forzó una sonrisa triste.
-¿Las cosas no funcionaron?
-Podría decirse así... Peleabamos mucho, y un día él tomó muchas pastillas para dormir...
-Ay... Lo siento, no sabía que...
-No te preocupes- sonrió -, fue hace años, ya lo superé.
-¿Y cómo es tu relación con Max?- pregunté para cambiar de tema.
-Es muy lindo- sonrió y se sonrojó -, siempre tiene algun detalle para mí, es muy romántico... ¿puedo decirte un secreto?
-Dime.- sonreí.
Susan se acercó a mi oído.
-... Estoy embarazada de dos semanas...- susurró.
-¡¿De verdad?!- me emocioné -¡Felicitaciones!
-Gracias- sonrió -, voy a decirselo a Max durante nuestra luna de miel.
-Tendrás que decirme cómo reacciona cuando le digas.
Seguimos hablando durante un rato, hasta que dejé a Susan un segundo para ir al baño y dejé mi movil sobre el sofá.
Cuando volvi, continuamos hablando por unos pocos minutos, hasta que Susan dijo que tenía que irse. La acompañé a la puerta de la habitación y luego fui a ver a los niños, quienes seguían viendo televisión.
Mi celular comenzó a sonar con el tono de llamada de Sebastian. Volví al sofá y tomé el movil. Respondí la llamada.
-¿Qué pasó?- me preguntó Sebastian, parecía preocupado y confundido.
-Nada, ¿por qué tendría que pasar algo?
-Me enviaste un mensaje con la dirección de otro hotel diciendo que fuera ahí cuando terminara la despedida de Max...- ahora parecía molesto.
-No, yo estaba con Susan, vino a verme y estábamos hablando, se acaba de- entonces mi mente hizo un click -... ¡NO! ¡Pero qué...! Zorra...
-Bueno, en ese caso volveré a nuestro hotel después de la despedida. Te amo.
-También te amo.
-Te veré en un rato y nos divertiremos.- dijo de forma seductora.
-Estoy impaciente.- le dije de igual forma.
-Ya debería irme.
-Bueno, corta la llamada, tú llamaste.
-Está bien- se escuchaba divertido -, te amo.
-Hasta luego mi amor.
-Hasta luego.- cortó.
Volvi a ver televisión con los niños para no pensar en lo que Susan obviamente había hecho. Los niños se durmieron un rato después, les puse sus pijamas y los llevé a sus camas.
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Un demonio bajo mi techo.
FanfictionCuándo _________ le abre la puerta a un extraño durante una tormenta, su vida cambia para siempre. Junto a Sebastian Michaelis tiene un largo camino que recorrer, ¿qué tan feliz puede ser una mujer al lado de un demonio?