CAPÍTULO XVI: DERROTA DE OSCURIDAD

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PRIMERA ORDEN

Un sobresalto despertó a Ben. Apoyó las manos sobre el maltrecho metal de la plataforma, y se apresuró a buscar a Rey con la mirada. De inmediato, otro de sus sentidos junto con el presentimiento de que ella ya no estaba. En aquel momento, se arrepintió de no haberse marchado con ella, si bien eso habría sido una traición directa a la Primera Orden.

Puede que se amor fuera imposible.

Se sintió atolondrado. La nave de su madre se alejaba, con los propulsores en lo alto, y no había rastro de Rey. Apretó los puños, la Resistencia tenía empeño en que la Jedi permaneciera a salvo. La batalla de naves continuaba en el exterior, y ahora los ágiles Xwing se reducían a un mar de puntos difusos parpadeando en la infinita oscuridad.

Acompañados de sonidos de maltrechas de turbinas y motores de metal, que eran testigo del desgaste de las naves en el combate, por parte de ambos bandos. Mientras, se habían creado varios círculos concéntricos de fuego, que creaban una cortina incandescente por toda la plataforma, partida en dos, y que convertía el mortificado

Y le sobrevino el recuerdo de la explosión, y dedujo que Rey había sido rescatado mientras había perdido el conocimiento por unos minutos.

A sus espaldas, Emeida retorció el rostro, iracunda. Su plan había fracasado, y aquello se podía deducir en sus labios fruncidos, en sus ojos brillantes y ardientes de frustración.

—Líder Supremo, ¿se encuentra bien? —preguntó, con voz afectada.

Enfundó la daga con un ágil movimiento de muñeca, sobre una funda a modo carcaj, la cual tenía colgada a la espalda. Corrió a socorrer a su superior, arrodillándose frente a él y comprobando su no tenía ninguna herida.

—He corrido a asistirle en cuento he visto que estaba en peligro, mi venerado Líder Supremo, nieto del gran Lord del Lado Oscuro, Mercenario honorífico de los Caballeros de Ren—recitó, con parsimonia, esforzándose por adoptar un tono altamente solemne, que le delatara como una adepta a su líder y para darle más énfasis a su beneplácito, había recitado todos sus títulos.

—Organizaremos una reunión en la nave nodriza, mi Líder.

Pero parecía ser que su Líder Supremo estaba demasiado... conmocionado como para mediar palabra con ella, y lejos de denotar palabras débiles que no pareciesen órdenes, sino más bien una debilidad clara para sus oponentes, se dejó guiar por Emeida hasta el hangar.

Ambos debían ponerse a salvo, aquella nave ya se había rendido ante las fuerzas aéreas de la Primera Orden.

Emeida aferró su puñal, apretando los labios.

RESISTENCIA

La más aterradora, siniestra y decrepita figura se alzaba en la oscuridad. Relámpagos aullaban, en la más atroz de las tormentas, cortando la penumbra con su fugaz destello de luz blanca. Un rugido en la lejanía, como si de las fauces de una gigantesca y mortífera bestia se trataran.

Una mujer embarazada, agazapada en el gélido y tosco suelo de hielo gritaba desesperadamente de dolor. Su gran e hinchado vientre evidenciaba un parto inminente.

Una voz vil y siniestra brotó de la figura.

---Aún tienes un fiero atisbo de esperanza--- se jactó el individuo, oculto en la impenetrable oscuridad, se rio destartaladamente, de la forma más malévola posible, en una carcajada cruel y despiadada.

---Ven conmigo, eres la elegida. Tu hija será poderosa en el Lado Oscuro, siempre lo he sabido---, dijo, de forma exigente pero pausada aquel anciano ---¡Entrégamela y podrás seguir con vida! ---

LA ETERNIDAD DE LA FUERZA (fanfiction reylo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora