CAPÍTULO XXIV: TERRIBLE VISIÓN

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ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENA LEMON


Darth Plagueis corrompía los sueños de Rey, induciéndola pesadillas, con su indómito poder oscuro, lúgubre y sin fondo.

Entre la absoluta oscuridad, Rey escuchaba voces, voces del pasado que tantas veces la habían susurrado en sueños, todo estaba oscuro, muy oscuro, y el silencio aplastante y liviano la asustaba.

Una figura oscura emergió de las tinieblas, no sabía de quién se trataba, pero cuando aquella mujer encendió su sable láser de doble hoja, la luz carmesí que se reflejaba en la en su semblante reveló su verdadera identidad.

Era ella misma, su piel cadavérica y pálida en un cuerpo corrompido por el lado oscuro, su figura penetrante y malvada, se versión Sith, todo Jedi había visto una visión del lado oscuro alguna vez en su vida, encapuchada, con una túnica negra como la propia penumbra que se ceñía sobre ella se acercó, y por las comisuras de sus labios al hablar asomaron unos dientes afilados, propios de un reptil, al igual que la lengua, aquella mujer era atroz, errante, cual hiena que acechaba para cazar a su presa.

Una voz siniestra habló de forma cruel, parecía tan inhumana y surrealista, también por la forma de moverse, parecía teletransportarse, no caminaba allá donde quería acudir, era muy inquietante.

---Es tu última oportunidad, no puedes cambiar lo que estás destinada ser--- seguida de la vil carcajada.

La Rey buena, original, colocó sus manos en sus sienes, pero de repente la oscuridad se desvaneció, como una cortina de vapor, dejando paso a la luz del sol, la luz de un nuevo día.

De pronto, otra mujer apareció entre los rayos de luz, la Rey malvada se fue reptando, atemorizada por su presencia que parecía la de una poderosa diosa que venía a salvarla, contra la cual no se atrevía a luchar.

Rey se quedó perpleja, era rubia, su cabello formaba una melena dorada alrededor de su cabeza, sus ojos azules y preciosos, tan nítidos que parecían ser transparentes, caminó despacio, levitando sutil y majestuosamente.

Portaba un vestido rosa, de tela vaporosa, por lo que la silueta de su cuerpo luminiscente y sagrado de recortaba debajo de sus ropas, el nombre de Rey tenía un significado, su abuela era la duquesa mandaloriana, asesinada por Darth Maul.

---Abuela, pensé que os había perdido para siempre---

Ella la miró, conmovida.

---Nunca volverás a estar sola, Rey, mi Rey---.

La duquesa mandaloriana estaba conmovida, sonriente de verla por primera vez, de haber encontrado por fin a la nieta perdida que tanto tiempo había deseado hallar, ella se sintió atraída por los ojos casi violáceos, hechizantes.

---Mi Rey, mi nieta, por fin te he encontrado--- dijo ella.

Era una dama tan elegante, tan delicada al hablar, sus palabras eran magia saliéndole en sus labios.

Rey tomó la mano de su abuela biológica, tan suave y cálida y se levantó, la abrazo efusivamente, con todo el fervor del disponía en ese momento.

---Mi pobre niña, has tenido que sentirte tan asustada, pero ahora estoy contigo, te quiero Rey--- dijo Satine mientras acariciaba el rostro de la Jedi, mirándola tiernamente, se echó a llorar en los brazos de su hermosa abuela.

Rey despertó sorprendida, alterada por haber visto su propia visión oscura.

Al abrir los ojos una cegadora luz blanca noqueó su campo de visión, y la obligó a cerrar los ojos de nuevo, percibió un aroma agridulce y masculino, suspiró al identificar el aroma de Ben.

LA ETERNIDAD DE LA FUERZA (fanfiction reylo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora