CAPÍTULO III: MUSTAFAR

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La anciana se asomó a la cabina del Halcón Milenario. En aquellos momentos los controles principales de la nave estaban sumidos en el piloto automático. La sala estaba desierta, miles de   recuerdos emergieron de lo más profundo de su memoria. El tiempo no había sido rival para ellos, por un momento creyó oír miles de voces que la resultaban dolorosamente familiares,  entre ellas, la voz de Han Solo y la de su hermano. 

Una lágrima se deslizó por su pálida mejilla, recordando todas las experiencias que había vivido, allí, sentada. Recordaba sus increíbles hazañas liderando la Rebelión, la cantidad de horas que había pasado en la cabina del transporte junto a ellos dos y Chewakka, fue entonces cuando, se dijo a sí misma.

---Ojalá esos inolvidables momentos nunca hubieran terminado, ojalá pudiera haberme despedido de mi hermano y de Han---no, se rectificó---mejor dicho, ojalá nunca se hubieran ido, ojalá las cosas fueran como antes.

Luchaba por contener sus emociones, pero ella misma sabía que tratar de hacerlo sería imposible, cuando la voz de Poe Dameron la sorprendió.

---Poe, ¿qué haces aquí? --- Preguntó mientras se limpiaba las lágrimas, avergonzada de que el piloto la viera llorando.

---¿Qué ocurre general? ---

La anciana suspiró, fatigada,

---Nada, verás, es solo que echo de menos a mi hermano Luke, y a Han, nos servirían de gran ayuda en estos momentos.

El piloto la miró, apenado

---¿Hay algo que pueda hacer por ti Leia? --- respondió él entonces.

---Respecto a eso me temo que no, pero, si hay algo que puedes hacer.

---¡La escucho general! exclamó el piloto, deseoso de que la mujer le encomendara una nueva y arriesgada misión, estaría más que encantado de llevarla a cabo, y más aún si se trataba de subir a una nave reventar cosas.

---Necesito nuevos líderes para la resistencia, necesito gente inteligente y capaz que pueda relevarme en caso de que yo no este, Poe, necesito que vuelvas a ser el comandante Dameron---

Una rebelde sonrisa se dibujó en los labios del joven, quien se levantó del asiento, impaciente.

---Gracias general, no sabe cuánto tiempo he esperado este momento ¿cuál es mi tarea entonces? --- Insistió, sin borrar la idea de reventar cosas en su mente.

---Es muy sencilla, reúne a todas las personas que encuentres en sala principal del Halcón milenario, necesitamos aterrizar en algún planeta cercano.

---Gracias general, no la fallaré--- dijo mientras saltaba de asiento para apresurarse a realizar tal tarea

Leia sonrió débilmente, "este chico va como anillo al dedo", pensó

El piloto irrumpió inesperadamente en la sala, donde se encontraban aún sus amigos, aburridos y sin tareas que realizar.

---Escuchadme, debemos reunir a todas las personas del Halcón milenario para hacer una asamblea, tenemos asuntos urgentes que discutir, pondremos rumbo a los planetas del borde exterior.

Los jóvenes asintieron y de inmediato se levantaron para ayudar a su amigo, el destino de la galaxia estaba en juego.

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La nave principal, junto con la reducida flota de naves de la Primera Orden aterrizaron en el sistema de Mustafar. Muchos años habían transcurrido desde que Anakin Skywalker se convirtió en Darth Vader, para después atemorizar a la galaxia con su poder indómito en el Lado Oscuro. Su amada y esposa en secreto, la senadora y anterior reina de Naboo, Padme Amidala, suponía para el todo lo que necesitaba, la dulce fuente de su felicidad que Anakin tenía miedo de perder.

LA ETERNIDAD DE LA FUERZA (fanfiction reylo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora