Tn conoce a un chico que por algún extraño motivo llamó su atención como si lo conociera de toda su vida ¿Podrá descubrir la razón de esto sin que alguno de los dos decida alejarse al saber la verdad?
Esta historia es una continuación, o segunda par...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aelia- No se detiene...- ¿qué? - Por más Fatuis que mato no me siento tranquila, pensé que estaría calmada al poder cuidar de sus hermanos, pero no es así. Mi mente no deja de pedirme que vaya a matar.
Abrí los ojos sorprendido y ella se giró para verme. Su expresión era muy distinta a la que tenía cuando estaban los niños con ella.
Tenía una mirada sombría. Sus manos temblaban y aun así ella no le daba importancia, solo me miraba y su seño se fruncía en ocasiones.
- ¿Piensas seguir matándolos hasta que quedes satisfecha?
Ella cerró los ojos y sonrió como si recordara algo.
Aelia- Sí. No tengo de otra, si no, no me dejarán tranquila.
¿Habla en plural?
- ¿Quiénes? - me acerqué lentamente hacia ella y cuando abrió los ojos sentí escalofríos.
No podía acostumbrarme a sentir un aura oscura en ella. Sí, a veces se enojaba o me miraba fríamente, pero esta mirada se sentía distinta. Es como si fuera otra persona...
Aelia- Las voces en mi cabeza, Tartaglia, mis hermanos, todos aquellos que maté y los que murieron por mi culpa.
Al escucharla fue inevitable sentirme identificado. No sabía lo que había pasado en estas semanas, pero si podía escuchar aquellas voces era claro que no era nada bueno.
Sin embargo, ni yo se como detener esas voces que escucha...
- No importa cuántos fatuis mates esas voces no se detendrán. Y dudo que Tartaglia o tus hermanos pidan venganza. Ellos solo quieren que vivas pacíficamente ahora que todo ha terminado.
La vi sonreír con ironía y acto seguido se giró hacia la posada.
Aelia- Aún no termina. Mis hermanos están bien, pero no me detendré hasta vengar a Tartaglia y Valkha.- ¿Valkaha?
Caminé detrás de ella notando lo inestable que caminaba.
Como traía una capa no podía distinguir bien, pero estaba seguro de que estaba herida.
- Tartaglia no quería que lo vengaras. Hizo lo que hizo porque quería verte bien.
Aelia- Yo tampoco le pedí que se sacrificara Xiao. - su voz parecía cansada, pero al mismo tiempo enojada.
