Tn conoce a un chico que por algún extraño motivo llamó su atención como si lo conociera de toda su vida ¿Podrá descubrir la razón de esto sin que alguno de los dos decida alejarse al saber la verdad?
Esta historia es una continuación, o segunda par...
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Tartaglia- Te amo Aelia. No quería guardarmelo...
Comenzó a acercarse a mi rostro y me quedé inmóvil por sus palabras. Él terminó así por mi culpa...
Coloqué mi mano sobre la suya, pero fue demasiado tarde. Cayó lentamente hasta estar por completo en mis brazos.
- T-Tartaglia...
No... él no podía terminar así.
- Tartaglia, no me hagas esto por favor.
Un dolor aún más grande se hizo presente en mi pecho y ya no podía verlo gracias a tantas lágrimas que caían.
- ¡No te atrevas a morir idiota! Aún me siento culpable por esto- Comencé a sacudirlo- Abre los ojos y hazme repetir 100 veces que no es mi culpa.
Su cuerpo comenzaba a estar frío anunciando la ausencia de vida.
- Aún debo golpearte por haberme mentido...
Por favor... Abre los ojos.
- No puedes irte después decir que me amabas. F-Fuiste a buscarme cuando me iba a ir solo porque querías que me hiciera responsable de tus sentimientos, no puedes irte ahora tú. Quiero que te hagas responsable por hacer doler tanto mi pecho. Hiciste que me encariñara contigo ¡hazte responsable!
Xiao- Debemos irnos...
- ¡No, no, no!
Me aferré al cuerpo de Tartaglia mientras gritaba. No escuchaba los latidos de su corazón... No escuchaba aquellos latidos que me calmaron esa noche.
- No podré cargar con su muerte, debe abrir los ojos.- Me separé un poco, quité los mechones de pelo que se habían pegado a mis rostro gracias a las lágrimas y coloqué una de mis manos en su mejilla.- Esto ya no es gracioso, te dije que no me gusta que hagas bromas pesadas.
Xiao- El lugar se está derrumbando.
- Y mi corazón también. Xiao... haz algo por favor- Lo miré desesperada y él bajó la mirada- ¿Cómo le explicaré a Teucer que maté a su hermano?
Xiao- Tú no lo mataste.
- ¡Lo hice! Si no me hubiera aferrado a él podría haber seguido con su misión y esto no hubiera pasado.
Una piedra iba a caer sobre mi, pero no hice nada. Fue Xiao quien la rompió y poco después me tomó del brazo para alejarme de ahí.
- ¡Suéltame!
Miré el cuerpo de Tartaglia e intenté con todas mis fuerzas ir hacia él.
