- ¿Ya está?En la ciudad tenían varios contactos, la mayoría amigos y en este caso John utilizaría la autoridad de Lestrade, un inspector de Scotland Yard y por supuesto, su amigo.
- Sí, aquí tienes. - Respondió Lestrade entregandole la foto. Manchada.
- Apenas se ve a la persona. - Se quejó John achinando los ojos mientras se acercaba la foto a los ojos hasta espantarse por el olor de la sangre.
- Intenta hacer que 10 agentes limpien una foto, algo como esto estando en mi rango sin decirle nada al superior y encima siendo 99% sangre y 1% imágen. Ademas, si es para Sherlock ya se las arreglará para verlo.
John suspiró, razón no le faltaba pero aquello de que Sherlock se las arreglaría no le convencía. Salió de la comisaría y comenzó a marchar a la casa del detective.
•••
De pie frente a la cama, comenzó a recitar el guión de una de las obras hechas por William Shakespeare.
Por pedido del herido William J. Moriarty.- Con más sentimiento. - Pidió el rubio relajado.
- Sí, sí. - Respondió el peliazul con cansancio provocando una ligera risa tímida al otro.
Sherlock no se negaba a entretenerlo un poco, después de haber visto lo que escondía su ropa, no dejó de pensar que le gustaría hacerle reír, dejando atrás el vago pensamiento de que su risa era bella.
Y aún que a él no le guste,
volvió a recitar el guión, con pasión.Sonaron unos aplausos suaves y con pausas largas que sorprendieron al detective.
- N-no deberías... - Intentó intervenir el peliazul.
- Tienes una voz para teatrar, fumas, eso estropea un poco la actuación pero no ha estado mal. - Comentó William en voz baja.
- Ha mejorado tu habla. - Sonrió Sherlock. - ... Y eres atento a los detalles pequeños. - Sonrió alzando una ceja, habían varias personas que no fumaban y su voz era carraspeante por nacimiento, y ese día no había fumado.
William estuvo a punto de reír pero un dolor punzante en el pecho le hizo redimirse, sin embargo, el dolor efímero igualmente fue suficiente para que soltara una queja sonora. El detective se acercó a él aún manteniendo algo de distancia
- N-no t-te vi toda-vía. - Susurró relajando sus ojos. Tragó con fuerza intentando controlar su respiración. - Estoy.. Bien. - Suspiró hondo.
- Ya, pues no lo parece. - Opinó alejándose hasta ponerse a los pies de la cama.
- No sé.. Nada de ti. A excepción de tu.. Arrogancia, sexo y-y.. - Tomó aire con suavidad y lo soltó segundos después. - Que eres un fumador. - Cerró los ojos mientras sonreía. Hasta para él le parecía una despedida.
- ¿Intentas imaginar cómo soy? - Preguntó con un tono burlón dando a entender que lo aseguraba. Casi le pone en una situación difícil cuando al rubio le llegó una de sus pequeñas risas. Evitó soltarla.
- Sí... - Admitió.
- Bueno... ¿Tienes hambre? - Cambió de tema mientras se paseaba por la habitación frente a la cama sabiendo que este no podía verlo.
- No..
Sherlock alzó una ceja curioso por el desinterés en la comida tras estar inconsciente varios días, de todos modos John le daba de comer cosas liquídas, pero no era lo mismo.
- Qué te habrá ocurrido para que te pasara todo esto, parece importarle poco estar vivo... No te hagas más daño. - Susurró. Dio media vuelta. - Traeré comida.
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SALVADO
FanfictionHabía tocado un día soleado y precioso para quitarse la vida, las cistas y los sonidos del medio ambiente le abrazaban la tristeza dándole más confianza para saltar. Días después, despierta en la casa de un desconocido. ¿Cómo acabó ahí? Con un hombr...