Decimooctava bala

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Bartlet hablaba por teléfono y por el tono formal con el que se dirigía Tyron supo quién era la persona al otro lado de la línea.
Al frente de su casa dos ambulancias estaban estacionadas y pronto se unieron dos lujosos autos negros. Tyron giró los ojos, los malditos federales siempre eran unos fanfarrones.
Hombres con trajes oscuros que harían reír a los fanáticos de películas como Matrix o Men in Black, bajaron de los automóviles, traían auriculares en donde obviamente recibían instrucciones, comunicándose con el alto mando y también estaban armados.
Un ágil Bartlet salió a recibir a los agentes mientras hacía señas y daba detalles sobre Morgan.
Una camilla salía con un muy maltratado Mördare, Tyron vio como los paramédicos hacían algunos movimientos leves para subirlo a la ambulancia.
Su madre ya estaba consciente, solo la llevarían para una tomografía de rutina.
Tyron sintió un tirón en su brazo, era su padre...
—Ve con el niño, él fue muy valiente y nos protegió a tu madre y a mí, aun cuando ese maldito lo hirió con el cuchillo, el niño no dejo de intentar defendernos.

Tyron casi se desmorona por la intensidad de todos los eventos...casi.

—Papá yo...
El amable hombre dio un zape en la nuca a su hijo.

—Nunca vuelvas a creernos tontos a tu madre y a mí, ella y yo ya sospechábamos a lo que te dedicabas, solo te seguíamos el juego, ahora ve, yo estaré con tu madre y estaremos bien.
Un fuerte abrazo envolvió a Tyron y fue como si con ello recargara pilas.

Katenkya se acercó al paramédico mientras este le decía algo.
—¿Quién acompañará al paciente?
Katenkya sonrió de lado, —este hombre le acompañará, Tyron agradeció con un efímero asentimiento de cabeza y se subió a la ambulancia que era el colmo de la estreches.

Mördare estaba inconsciente, conectado a un respirador, también en su pecho tenía los electrodos para monitorizar sus latidos, el paramédico revisaba una jeringa con algún medicamento para colocarle en la intravenosa cuando de pronto el ruido plano del monitor avisaba el peor temor de Tyron, el corazón de Mördare se había detenido.
En ese momento quería gritar, quería golpear algo, quería decirle a Mördare que él era muy importante, que dejarían la agencia, empezarían de nuevo, empezarían como una pareja y después una familia... una familia para Mördare.
Pero lo único útil que pudo hacer Tyron fue hacerse a un lado y dejar a los paramédicos hacer su trabajo.

—¡Carga a la una, a las dos!...
—El pecho de Mördare fue estimulado con una fuerte descarga eléctrica, su rostro estaba pálido y sus labios estaban quedando azulados, en ese momento no tenía algo de bonito Mördare y sin embargo Tyron lo quería más allá de su propia vida. Quería enseñarle al mocoso las cosas que podrían hacer juntos con ese rancho, quería demostrarle que él estaría ahí para lo que sea que necesite, que podría ser tan bastardo como el mocoso quisiera y Tyron aun así estaría ahí porque lo amaba, era hora de llamar a las cosas por su nombre, lo amaba y aún con toda la furia y la violencia de Mördare Tyron no se alejaría, no lo juzgaría, no lo cambiaría por nada no por nadie, entonces una lágrima solitaria rodó por la mejilla de Tyron y sintió lo que era perder todo antes de siquiera tener una oportunidad, sintió que lo peor que puede sucederle a un ser humano es no decir las palabras en su momento y ahora que quería decirlas, una vida estaba en juego.

De pronto el ruido del monitor volvió a estar estable, la joven paramédico escuchaba el corazón de Mördare con un sofisticado estetoscopio.
—¿Falta mucho para llegar?, —la voz de Tyron sonaba tan lejana para él mismo.
El otro paramédico bombeaba oxígeno, pero con una calma tan común le respondió.

—No agente estamos cerca.

Tal como dijo el paramédico, la ambulancia no tardó mucho en llegar y de inmediato la camilla fue bajada y conducida hasta urgencias.
Con paso apresurado Tyron seguía a Mördare y al grupo de médicos y enfermeras que recibían el reporte de los paramédicos hasta que un guardia de seguridad le tocó el pecho parando su marcha...

Traición en la casa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora