"Mi hija, mis padres"

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-¿Dariana donde mierda estabas? ¡Llevo horas esperandote! - Sara mira a Rivers - ¿Y esta quién es?

-Yo soy S...

-Sara cuantos veces tengo que decirte que no entres asi a mi departamento. La llave que te di es solo para emergencias

-Yo soy tu novia y entro a esta casa cuando quiera ¿Me oyes? Ademas, ¿Que se supone que tengo que hacer? Esperar hasta que la señorita se digne a aparecer...

Mientras la pareja "no tan pareja" al criterio de Rivers seguía dele y dele de discutir, la rubia se acerco hasta el refrigerador, buscó el hielo, lo puso en una trapo que encontró en la mesada y volvió al living.

-Que no Sara, ahora no quiero ir a comer, ¿No ves como tengo el pie? - la discusión seguía

-Toma ponte esto - Interrumpía Rivers pasándole el hielo a la castaña

-Gracias - Volvió a mirar a la pelinegra - Si tienes tanta hambre como dices te hubieras quedado tu sola comiendo, si ya lo has echo otras veces.

-¿Sola? Tu sabes que vergüenza que pase cuando todo el mundo vio que me habian dejado plantada. Yo soy una modelo reconocida, Dariana , ¡ A mi nadie me deja plantada!

Calladita y sin más nada que hacer, Rivers aprovecho el momento y se fue lentamente hacia la puerta. Tomó la manija y volteo a ver a la castaña

-Adiós Rocio - dijo muy pero muy bajito de manera que nadie la oyera sin detenerse ni siquiera a pensar porqué le costaba tanto dejar de mirar a la fotógrafa.

-Pues por mi puedes ser la misma Lady Gaga que no voy a ir a almorzar contigo hasta que no entiendas que no puedo caminar. Ni siquiera te has preocupado por ver como estaba, solo es tu , tu y tu. Si no fuera por ella... - levantó la cabeza buscando a la chica que la había traído, pero nada - Se fue... otra vez se fue.

-¿Quién se fue? - preguntaba Sara que no estaba para nada prestándole atención a su novia, sino que en cambio se había puesto a juguetear con su celular.

-Ella, la rubia - Rocio recorría todo su apartamento con la mirada esperando que por arte de magia Rivers apareciera

-Bueno si, este, Rocio - La modelo cambiaba la conversación - Me acaban de escribir las chicas ¿Quieres salir a bailar esta noche?

-¿A bailar? ¿De que estas hablando Sara? - le costaba volver a la conversación ya que su cabeza seguía puesta en la deportista.

-Si ¿quieres salir a bailar esta noche? - volvía a preguntar

(Ay dios mio, Dios mío) - pensaba Rocio - No Sara no quiero salir a bailar. Me voy a tomar la tarde libre debido a que no creo poder moverme mucho y mañana tengo que trabajar temprano, además hoy quiero hablar con mi hija.

-Bueno pero no te molesta si yo salgo ¿cierto? - preguntaba la pelinegra aunque parecía que lo iba a hacer de todas maneras.

-No Sara, no me molesta puedes salir tranquila.

-Ok amor, entonces nos vemos luego ¿si? - le dio un corto beso y se fue como entró. Rápido.

-Pfffff - suspira Rocio - ¿Qué estas haciendo con tu vida Rocio? ¿Que estas haciendo? - se decía a si misma mientras agarraba el hielo y se lo volvía a poner en el pie.

Mientras el hielo curaba la inflamación de Rocio, cerca de allí se podía ver por las calles de New York una rubia que juraba y perjuraba que nunca más iba a regresar por estos lados de la ciudad.

Cuando, dónde y como el amor quiera - Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora