"Rivers ella es Emma, Rivers este es Hipo"

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-Cómo que tu no abriste, ¿Entonces quien? ¡Emma! cuantas veces te he dicho que tu no debes de abrir la puerta... - se freno al llegar a la puerta y encontrarse una imagen que le derritió el alma.

La mismísima Samantha Rivera estaba de rodillas enfrente de Emma y ambas se miraban con fascinación sin decir palabras se inspeccionaban tratando de descifrarse.

-Hola - es la rubia quien rompe el hielo - Soy Samantha, pero puedes decirme Rivers, ¿ Y tu? - la rubia le extendió su mano a la niña

-Hola - dijo Emma agarrando la mano de la mujer - Me llamo Emma y el se llama Hipo - dijo la niña señalando a su peluche

-Encantada de conocerte Hipo, increíble nombre - la rubia soltó la mano de la pequeña para agarrar una de las patas del peluche y sacudirla con energía.

Rocio y Vicky se habían quedado admirando la escena desde atrás.

-Eres la niña más bella que he conocido - le dijo Rivers a Emma haciendo que la pequeña se sonrojara - Y tu - ahora le hablaba a Hipo - Eres el Hipopótamo más bello que he conocido, estás rellenito ehh - Le tocó la panza al muñeco

Este último comentario dibujó una sonrisa en las 2 adultas e hizo que la pequeña soltara una suave risita.

-Todos dicen que soy el pequeño reflejo de mi mamá - estas palabras hicieron reír a la basquetbolista.

-Mmmm yo creo que eres aun más bella que tu madre, ¿Sabes por qué?- Rivers se acerca al oído de la niña como si lo que tuviera que decir fuera un secreto - Porqué tu risa es de esas risas que son capaces de llenar millones de almas - Emma la miro y preguntó

-¿El alma? ¿Qué es eso?

-El alma es lo que tenemos todos aquí adentro - Rivers apunto el pecho de la niña - Nos hace sentirnos vivos, nos hace sentirnos felices, llenos. Y muchas personas dicen que la risa es el sonido del alma - agregó la rubia.

-Ahhhh - asintió Emma y se quedó pensando - ¿Hipo tiene alma? - preguntó con curiosidad sacudiendo a su muñeco.

-Déjame ver - Emma le dió el peluche, cosa que asombra a su madre y a su tía ya que la niña no dejaba que nadie toque su tesoro. Rivers apoyó su oído en la panza de Hipo

-Mmmm si, escucha, la puedo sentir - hace que Emma apoye el oído también - ¿Lo sientes? - le preguntó a la niña.

-SIIIIII - respondió entusiasmada. Agarró a Hipo y se lo llevó a su madre y a su tia para que ellas también escuchen. Después de que cada una lo hace, Emma volvió a donde estaba Rivers que no había dejado de seguirla con la mirada.

-¿Quieres cenar conmigo? - preguntó rápidamente Emma. Ante esta pregunta Rocio reaccionó y se apuro a decir

-Emma no creo que... - pero fue interrumpida por la rubia

-Me encantaría - y sin esperar invitación agarro la mano de la niña y se adentró en la casa rumbo a la mesa.

Rivers eligió una silla y se sentó. Emma se quedó pensando su próximo movimiento, miro las otras sillas, sentó a Hipo en la silla de al lado de Rivers y finalmente ella terminó trepándose ágilmente arriba de la rubia. Rocio y Vicky que seguían pasmadas por todas las acciones de las otras 2, reaccionaron con el grito de la niña

-Mami ¿Ya comemos? - preguntó Emma encima de Rivers

-Oye Emma, no creo que Rivers esté cómoda contigo encima - le dijo Rocio a su hija al llegar a la mesa y ver la imagen de la niña sentada encima de Rivers.

Cuando, dónde y como el amor quiera - Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora