¿Alguien quiere preguntar algo?

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Estudio de fotografía de Rocio – Miércoles en la tarde.

-¡Vicky puedes dejar de acosar a los modelos!? - Rocio se había cansado de ver como Vicky babeaba, la agarró del brazo y la separó de la chica con la que estaba hablando – Juro que vas a dejar de ser mi abogada, me haces pasar vergüenza – amenazó Rocio.

-Quieres dejar de hacer berrinches Rocio, enfría tu trasero quieres. Se que fotografiar estas modelos te sube la temperatura y aparte no tienes al bomboncito para refregarte contra las puertas pero cálmate que el plato principal todavía no llega, y hablando de ella, ¿a que hora piensas que llegue la señorita? Esta vez no se me escapa. Que me firma el pecho me lo firma – La abogada estaba decidida a que Irina Shayk cumpliera con lo que Vicky le había prometido a su prometida.

-Vicky esa mujer es un dolor de cabeza, es una diva. Llega a la hora que quiere y hay que hacer las cosas cuando ella quiere. Es la peor modelo con la que me ha tocado trabajar. Espera a que se entere que le cambie el vestuario – suspiro Rocio – De todas maneras, no se porqué te torturas con estas cosas - justo pasaba una modelo en bikini negro por delante de ellas y ambas admiraron el paisaje – si tu no puedes hacer nada, al menos yo estoy soltera – otra mujer en bikini, esta vez en animal print y las cabezas de las dos amigas volvían a girar.

-Jajaja, ¿Soltera? – Preguntaba mientras se reía – ni tú te lo crees Rocio, puede que no tengas el título todavía pero el bombón te trae como quiere – afirmaba la abogada mientras sus cabezas volvían a girar para seguirle el paso a otra escultural modelo.

-Rocio – la llamo su secretaria – Irina Shayk está llegando – le informó.

-Bien por fin vamos a terminar está sesión. Estoy cansada – Rocio no había tenido una buena noche. Su cabeza no paraba de trabajar al estilo ruedita de hámster y para colmo no había querido atender ninguna de las llamadas de Rivers. Miró a Vicky

Oye te comportas ¿si? No quiero que esta tipa me traiga problemas – le advertía a su amiga. Si algo aprendió cuando salía con Sara es que las modelos puede ser muy caprichosas cuando quieren.

-Rocio tranquila, tómame como si yo fuera una asesora ocular o decorado - trató de sonar los más inocente posible.

-¡Escuchen todos!– la fotógrafa se dirigía a su equipo – ¡Vamos a empezar la ultima parte de la sesion, quiero que salga todo perfecto! – justo en ese momento entraba a la oficina la modelo profesional seguida de su estilista, maquilladora, representante y dos personas más que Rocio no tenía idea quienes eran. – Irina ¿cómo estas? Tu camerino está preparado, cuando estés lista empezamos – le señaló el pasillo que guiaba a el camerino. La modelo se saco los lentes de sol y miró a la fotógrafa

Espero que esta vez te luzcas. Las últimas fotos no me beneficiaron mucho – ay Irina, Irina estas metiéndote en terreno peligroso.

-Si hubieras seguido mis indicaciones hubiéramos evitado ciertas imperfecciones, pero tu elegiste hacer las cosas a tu manera – cada vez que Rocio recordaba ese día le volvía los dolores de cabeza – Yo que tu esta vez le haría caso a la fotógrafa – finalizo la castaña volviéndole a apuntar con su dedo el camino hacia el vestidor - ¡Buen todos a sus lugares , vamos a hacer unas pruebas de luz! – Indicó a sus Staff, Rocio se puso detrás de la cámara y estaba por dar el primer click cuando escuchó la voz de su hija

-¡Mamá, mamá , sorpresaa! – la niña saltó sobre su madre que a su vez casi pierde el equilibrio, Rocio le iba a tener que explicar a su hija que no todas tienen la misma fuerza de Rivers.

Cuando, dónde y como el amor quiera - Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora